Vidrios rotos, disparos, corridas, un policía herido, patrulleros dañados y tensión, mucha tensión. Fue una verdadera batalla campal la que se desató, ayer a la madrugada, en un sector del barrio El Churrasco, cuando alrededor de un centenar de personas rodeó una parrilla y comenzó a arrojar piedras, al parecer porque los dueños no les daban comida.
Los violentos incidentes se extendieron durante unas tres horas. Durante ese tiempo, para tratar de contener a los agresores, la Policía debió efectuar detonaciones con postas de goma y tuvo que intervenir la Infantería.
De acuerdo a lo que contó Luis Lorenzo (57), dueño del local de las calles 520 y 118, presuntamente la revuelta se produjo porque se negó a entregarle comida a un grupo de vecinos que, desde hacía tiempo, lo presionaba con ese fin.
QUERIAN HASTA EL POSTRE
«La parrilla se inauguró el 11 de diciembre pasado. La idea era crecer de a poco. Enseguida empezó a venir todos los días gente de la villa a apretarme para que les dé comida. Al principio les dábamos, no queríamos tener problemas. Pero enseguida se abusaron. Venían varios grupos distintos, personas de entre 14 y 18 años y hasta pedían postre», aseguró Lorenzo a EL DIA.
Pronto la situación llegó a un límite. «Había días que era más lo que regalaba que lo que vendía», dijo el comerciante con resignación. Fue entonces cuando empezó a negarle la comida a algunos grupos y «empezó la bronca», según definió Lorenzo.
Hace 10 días delincuentes saquearon el local. Y, ayer a las 02.00, se desató la locura. «Yo estaba durmiendo con mi mujer, cuando empecé a escuchar piedrazos. Salí y traté de hacer que se vayan pero no pude. Entonces, agarré un arma que tengo y hice unos disparos al piso para que se vayan. Y ahí se volvieron locos», agregó.
BATALLA CAMPAL
Al parecer, al escuchar los disparos, los vecinos que estaban sitiando la parrilla se descontrolaron y fueron a buscar a otros habitantes de ese barrio. De pronto, era casi un centenar de personas lanzando piedras contra la parrilla.
Las víctimas avisaron al 911 y enseguida llegó personal de la comisaría sexta de Tolosa, al mando del comisario Gustavo Nieve. Pero la situación se mostraba incontrolable. «Tiraban cosas también contra los patrulleros, los policías se cansaron de tirar balas de goma, pero no los podían contener», explicó la víctima.
En cuestión de minutos, más de una docena de móviles policiales habían llegado como refuerzo desde distintas jurisdicciones.
Fuentes policiales confirmaron que 4 patrulleros resultaron con severos daños en sus parabrisas y lunetas, así como también autos particulares.
Además, un oficial inspector de 26 años debió ser internado en el hospital Gutiérrez luego de recibir un piedrazo en el rostro, que incluso le causó la pérdida de piezas dentales.
Lorenzo aseguró que todo volvió a la normalidad alrededor de las 05.30, cuando personal de Infantería se hizo cargo del operativo y los revoltosos se dispersaron.
Vale aclarar que, al cierre de esta edición, no se habían producido detenciones por este hecho.
«Me tengo que ir de acá. Tengo miedo de que me maten a mí o mi familia. No sé lo que va a pasar hoy (por ayer a la noche). Amenazaron que me van a prender fuego el local. Es una inseguridad total. Le di trabajo a gente del barrio, les di comida y hasta plata. Pero esto no cambia más», se lamentó Lorenzo.
Fuente: El Día