Lo advirtió Juan Román Riquelme. Lo sufre el plantel. «Si no le ganamos a Godoy Cruz, nada de lo que se hizo en el verano va a servir», había deslizado el «10». Y tenía razón. El sorpresivo mal paso de Boca contra los mendocinos reabrió viejos cuestionamientos que parecían enterrados tras la buena actuación del equipo en los amistosos. Julio Falcioni tendrá que agudizar su ingenio para no repetir la triste experiencia del semestre pasado.
Previo al partido el clima en La Bombonera era de euforia. Todo hacia presumir una goleada del equipo de «Pelusa». Pero el sueño se convirtió en pesadilla en el mismo momento en el que Javier García cometió un error infantil que pesó demasiado en el desarrollo del juego. Para muchos hinchas de Boca, el ex entrenador de Banfield -al que muchos apuntaron como la «gran solución» para ordenar el complicado vestuario «xeneize»- se equivocó, al igual que Abel Alves y Claudio Borghi.
El error de Falcioni fue conceptual, ya que hizo jugar a un equipo durante los torneos de verano con un dibujo táctico que insólitamente el domingo no utilizó. Dejó de lado el tradicional 4-4-2 que le había permitido dar cuenta de San Lorenzo, Independiente y River para disponer un 4-3-1-2.
La pregunta del millón es si Riquelme y Erviti pueden jugar juntos, y a la luz del resultado pareciera que no. El partido con Racing está a la vuelta de la esquina. Ya se confirmó que no estará Erviti (cumplirá una fecha de suspensión) y el DT tiene varias cosas por resolver: ¿seguirá García en el arco? ¿Apostará a la dupla Rivero-Somoza o insistirá con Battaglia? ¿Habrá crédito ilimitado para Román y Palermo o la paciencia del técnico tendrá un límite?
Fuente: NA