Horas antes de que Hosni Mubarak hablara a los egipcios reafirmando su intención de permanecer en el poder, mientras un multitudinaria manifestación exigía su dimisión en la Plaza Tahrir, el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, había elogiado la conducta de los ciudadanos de la nación árabe. Observo cuidadosamente la situación que se vive en ese país, donde la gente está haciendo historia. Queremos que la gente joven, que todos los egipcios sepan que Estados Unidos seguirá apoyando una transición ordenada y real hacia la democracia en Egipto”, sostuvo en un discurso que dio en el Estado de Michigan.
Luego, el mandatario siguió las alternativas de la alocución de Mubarak en el Air Force One, el avión presidencial que lo trasladaba a Washington. Más tarde, Obama se reunió con su Consejo de Seguridad para analizar las posibles derivaciones de los anuncios del Jefe de Estado egipcio, que provocó la ira de miles de ciudadanos que aguardaban que el mandatario oficializara su renuncia después de 17 días de una rebelión popular que ha conmovido al país.
Fuente: larazon.com