Vivir el presente y no quedarse con el pasado,ni preocuparse por el futuro. En ese estado de meditación, la mente se aquieta, y la práctica constante tiene múltiples beneficios para la salud: reduce el estrés, la ansiedad y la soledad. Además, baja la presión arterial, y el deseo de fumar tabaco. Permite controlar el dolor crónico. Contribuye a controlar la ansiedad y la depresión en pacientes con cáncer.
A partir de las evidencias, los médicos están recetando también la práctica diaria de meditación como complemento a los tratamientos convencionales.
Se habla primero con el paciente, y se usa la meditación para que se dé cuenta que los pensamientos que tiene puede perjudicarlo tanto en su salud física como psíquica. A veces hay cargas del pasado, no resueltas, porque no se perdonaron heridas o se tienen expectativas demasiados ansiosas sobre el futuro. Con la meditación, se consigue disolver esas cargas, y concentrarse en la presencia continua, explicó Alberto Lóizaga a Clarín -uno de los pioneros, médico clínico y psicoanalista, que ya usaba la meditación trascendental cuando estaba en el Hospital de Clínicas de la UBA, y más adelante fundó el Centro Actitudes que sanan-.
La meditación se aprende como herramienta en la psicoterapia individual o en talleres grupales que organizamos. A los pacientes con cáncer, -junto con ejercicios de visualización y relajación- les aporta volver a tener la sensación de tener la vida bajo control. Generalmente el paciente con cáncer siente que todo se descontrola al recibir el diagnóstico. Además, se les enseña la práctica a los familiares de los pacientes para que puedan sentirse mejor frente al hecho de sentir que cargan también con la enfermedad, contó Nancy Ferro, jefa de pisco-oncología del Insituto.
También en el Instituto Alexander Fleming ofrecen meditación para los pacientes con cáncer en el Instituto Fleming.
En tanto, en el servicio de medicina del estrés, del Hospital Municipal de San Isidro, ofrecen la meditación con el monitoreo de las funciones cerebrales.
Cuando tienen una crisis de pánico o de angustia, les enseño la práctica de meditación que le permite concentrarse en la respiración, contó Estefanía Lafogiannis, médica psiquiatra de ADINEU. A partir de la meditación, los pacientes pueden buscar las causa de las crisis y conectarse consigo mismo. Después, pueden usar la práctica en cualquier momento fuera del consultorio en que no la estén pasando bien.