El gobierno de Zimbabue detuvo a dos de los acompañantes del español que ultimó a un gran león de 13 años, llamado Cecil. Las autoridades están tras el cazador. »
El gobierno de Zimbabue detuvo a dos de los acompañantes del español que ultimó a un gran león de 13 años, llamado Cecil. Las autoridades están tras el cazador. «La muerte de Cecil (descubierta esta semana) es una tragedia. No sólo porque era un símbolo de Zimbabue, sino porque ahora podemos dar por perdidos a sus seis hijos. El nuevo jefe de la manada no va a permitir que vivan, los va a matar a todos», aseguró Johnny Rodrigues, director del equipo de conservación de ese país africano. «Las dos personas que formaban parte de la expedición junto al cazador ya han sido detenidas y pasarán a disposición de la justicia, pero no tenemos su identidad y no queremos alimentar rumores. Eso sí, está claro que el cazador, que no ha sido detenido todavía, es español», añadió Rodrigues.
El león fue encontrado sin piel ni cabeza tras ser cazado por un español en la reserva de Hwange, que pagó 50.000 euros por obtener ese trofeo. Tras todo el revuelo causado entre conservadores de animales y webs como National Geographic, el responsable no fue hallado por las autoridades del país africano, tras haber sido detenidos los dos acompañantes, pese a que la caza del felino pueda ser considerada legal allí según diversos foros de caza zimbabuense.
Como señala la National Geographic, legal o no, la muerte de Cecil, un ícono de la vida silvestre en la zona durante años, ha sido condenada tanto a nivel local como internacional. Muchas personas han salido a los medios de comunicación en línea para expresar su horror y denuncia de la caza. La condena se produce a raíz de la controversia acerca de la captura y exportación de 36 crías de elefantes, que fueron separadas de su manada en esta reserva natural para venderlas a zoos y circos de China.
El asesinato del león también causa preocupación por la ética que rodea en torno a la caza de trofeos, especialmente cerca de las áreas protegidas. Y es que la muerte de la estrella de la reserva de Hwange no se hizo sin sufrimiento para el animal, sino todo lo contrario. El felino tardó dos días en morir mientras se desangraba tras haber sido alcanzado por una flecha para no causar ruido y hasta varias horas después, cuando agonizaba, fue rematado a tiros de rifle por el cazador.
Los responsables habrían engañado al león, que llevaba un collar de seguimiento que fue destruido y lo sacaron del parque, colocándole un animal muerto y un rastro de sangre para atraerlo como cebo. «Por la forma de matarlo podría considerarse una caza furtiva», explicó el matrimonio formado por Luis y CJ Muñoz, colaboradores de varias ong surafricanas y españolas, y de la británica Born Free.
«¿A qué cazador, a qué demente, se le puede ocurrir matar a un magnífico león adulto, conocido por todos los visitantes y fotografiado por muchos? ¿Pero es que el dinero, la codicia de unos y la sinrazón de otros, por el solo placer de matar y presumir de ello, van a acabar con este planeta? Nos avergonzamos de que en España haya locos y ricos que pagan lo que sea para darse el placer de matar a animales salvajes como los leones», dijo Muñoz.
El cazador buscado pertenece a la Asociación de guías y cazadores profesionales, quienes a través de un comunicado confirman que uno de sus miembros dirigía la caza y aseguran que están investigando los hechos.
Desde la asociación afirman que era un safari privado, pero el gobierno de Zimbabue insiste en que el león vivía en una reserva y estaba protegido. La entidad suspendió de manera indefinida al cazador por incumplir las normas éticas del club.
Ahora están buscando la cabeza de Cecil entre los taxidermistas de España país, aunque de momento no la han localizado, sospechan que fue sacada ilegalmente de Zimbabue. Entre 2007 y 2012, España encabezó la lista de países europeos en importación de trofeos de león desde Sudáfrica, unas 450 cabezas.
En el país que gobierna el sempiterno tirano Robert Mugabe, se cuentan varias compañías que ofertan safaris con caza de león incluido, pero siempre con necesidad de licencia y cumpliendo la ley. Lo defiende su gobierno, insistiendo en que se garantiza el bienestar del animal. De esta forma, conseguir la cabeza de un león en Zimbabue puede costarle al visitante poco más de 40.000 euros. Pero si lo prefiere, también puede comer carne de este felino, imitando al dictador que por sus 91 cumpleaños repartió a los comensales esta preciada carne.
Fuente: La Capìtal