Los hinchas no quieren perderse por nada la final en Núñez: en 24 horas se vendieron más de 40 mil entradas y ya se llevan recaudados $ 15 millones.
Es imposible que medio país entre en un estadio: los 40 mil hinchas de River que ya lograron conseguir su entrada para presenciar la ansiadísima final de la Libertadores ante Tigres, entonces, tienen que hacer una fiesta. Una anterior a la que vivirán el miércoles 5 de agosto, cuando reviente el Monumental esperando la tercera vuelta olímpica con la Copa en alto. Haciendo colapsar por momentos el sistema de Tu lugar en el Monumental debido a la enorme demanda, hasta anoche había siete mil abonados que todavía no habían reservado su asiento. Si no los bloquean antes de hoy a las 20, se venderán como remanente al igual que el resto de los casi 55 mil lugares disponibles. De ese número, claro, habrá que deducir las que se le den al club mexicano una vez que los dirigentes lleguen a un acuerdo de reciprocidad: si bien se habló de cuatro mil, el número final todavía no quedó establecido entre ambas CD.
Con 15 millones de pesos en la tesorería, en River aspiran a superar largamente los 20 millones para cerrar un ciclo brillante en el aspecto económico que es la clara demostración de los productivo que resultan los éxitos deportivos. Desde los $200 (las populares Sívori y Centenario) hasta los $750 (las plateas San Martín y Belgrano medias), los abonados pudieron acceder a precios razonables que no serán los mismos que para los socios y los miembros de la comunidad Somos River.
Es imposible que medio país entre en un solo estadio: para albergar tanta pasión es necesario más de un Monumental. Pero por ahora hay uno solo y el 5 de agosto va a explotar como en el 86, como en el 96.
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