Hubo muchos pasajeros varados; otros optaron por el colectivo; Recalde habló de «normalización»
El sector de check-in de Aeroparque fue, durante la tarde de ayer, lo más similar a un hormiguero convulsionado. Cientos de pasajeros varados con su equipaje a cuestas exigían una explicación a Aerolíneas Argentinas, que canceló 103 vuelos y reprogramó otros siete que debían salir entre anteayer y mañana.
«Fue una continua falta de respeto. No sólo no te brindan una solución, sino que además se te ríen en la cara. Es realmente muy frustrante», contó a LA NACION Carmen, una pasajera que estaba en Aeroparque ayer desde las 9. Su vuelo a Córdoba había sido suspendido y la alternativa que le brindaba la aerolínea era un servicio de colectivo que salía a las 18.
Junto a ella, una fila larga de pasajeros esperaba fuera de Aeroparque la llegada de los colectivos con dirección a Tucumán, Mendoza, Córdoba y Salta. Había parejas con chicos, familias enteras y grupos de amigos. Las opciones eran aceptar un servicio de colectivo, a cargo de la empresa, o volar 72 horas más tarde hacia el destino elegido.
«Que todo el mundo lo sepa: sobrevendieron vuelos y así lo asumen los propios empleados de Aerolíneas. Nosotros tenemos que volver a Mendoza, mañana [por hoy] trabajamos y ni siquiera intentaron ubicarnos en un vuelo de LAN», comentó a LA NACION Lorenzo Yanardi, un joven que tenía pasaje para volar junto a su novia ayer por la tarde.
Florencia, una ciudadana tucumana, vivió una pesadilla por partida doble: en su viaje a los Estados Unidos la empresa le perdió la valija, y cuando regresó a Buenos Aires para hacer la combinación hacia su provincia tenía el vuelo cancelado. «Es un papelón, un bochorno. Estoy esperando mi valija y viendo si me reprograman para esta noche», dijo, con tono de resignación y pocas esperanzas de que se resolviera el conflicto.
LAS EXPLICACIONES
El presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde, en declaraciones a la prensa, afirmó, contradiciendo a sus propios empleados, que «no hubo sobreventa de pasajes» y que las cancelaciones y demoras se debieron a un conflicto gremial con los controladores aéreos, pero aclaró que estaban «normalizando la situación».
«Tuvimos algún problema operacional con algún avión y arrastramos un conflicto gremial de la semana pasada que hace difícil recuperar la normalidad, pero estamos reubicando a los pasajeros», agregó.
En su cuenta oficial de Twitter, la empresa envió un comunicado con los detalles de las cancelaciones y reprogramaciones, pero no respondió a los cientos de quejas de los usuarios en las redes sociales…
Fuente: La Nación