La londinense Emilia Clarke (28) da prueba de las bondades de los envases chicos: pura garra encerrada en 1,57 metros de estatura. Melena corta castaña, ojos azules, sonríe siempre, se la nota feliz de ejercer la actividad que eligió a los 3 años. Como Jennifer Lawrence, está lejos de la imagen sexy que se ha creado en torno a ella. De hecho se ríe a carcajadas ante la sola mención. “Me sorprende genuinamente que alguien pueda verme como una sex symbol”, razona.
Hay que ejercitar la imaginación para verla en la piel de un soldado, cargando armas muy pesadas junto a Arnold Schwarzenegger en Terminator Génesis, donde recrea a Sarah Connor, en un futuro habitado por robots exterminadores.
Y exige mayor creatividad todavía ponerle mentalmente la larga peluca blanca y los lentes de contacto violetas para entender que Emilia es también Daenerys Targaryen, la madre de los dragones en Game of Thrones.
En una entrevista, cuando se le dio a conocer que su personaje es el preferido de la presidenta argentina Cristina Kirchner, ella respondió: “¿En serio? No sabía, lo tomo como un cumplido. Mujeres al poder, me encanta”.
«Existe una clara relación entre las mujeres que ejercen la política y mi Daenerys. Las mujeres que son líderes tienen sensibilidad femenina en un mundo masculino. Como le pasa a la reina de dragones, deben saber cuándo ser más agresivas y cuándo mostrarse más sensibles», explicó y ante la posibilidad de darle un consejo a la mandataria, dijo, entre carcajadas «¡Que mate a todos los hombres! No, no… Estoy bromeando. Mejor que se consiga unos dragones».
Fuente: www.diariouno.com.ar