Hoy será la fiesta inaugural, a las 21.15; hubo una gran inversión en la preparación de los atletas argentinos, que tienen el desafío de mostrar señales de crecimiento
TORONTO.- Qué somos en materia deportiva, a dónde vamos. Qué mejor que encontrar respuestas concretas en grandes citas. Los Juegos Panamericanos de Toronto lanzan hoy los fuegos artificiales de su inauguración desde las entrañas del Rogers Centre, pero detrás del brillo y la plasticidad de las coreografías hay un estado de situación por redescubrir. Más que una realidad, la Argentina es hoy un proyecto polideportivo para seguir puliendo. Una aspiración de ser sin un techo claro, como esas esculturas que todavía no adquieren una forma definitiva.
Sucedió que el derrumbe nacional en el nivel panamericano no tuvo pausas luego de las 40 medallas de oro y el cuarto lugar conquistados en Mar del Plata 95, con todas las ventajas de ser local. El retroceso siguió hasta Río 2007, con la decepción de un 8º puesto en el tablero general y apenas 11 primeros puestos. El Enard , ese organismo mixto de conducción alternada entre la Secretaría de Deportes y el Comité Olímpico Argentino (COA) , salió al salvataje en diciembre de 2009 tras ser aprobado por una ley del Congreso Nacional. El ente, que maneja un promedio de 30 millones de pesos mensuales, provenientes de lo recaudado con el 1 % de los abonos a la telefonía celular, se abocó entonces al ofrecimiento de becas, asistencia médica, complemento de subsidios, contratación de entrenadores de nivel internacional, dotación de equipamiento técnico a los atletas y certezas para la participación de ellos en toda gira y competencia que justifique su camino hacia los Panamericanos y los Juegos Olímpicos.
Con esa apuesta, Guadalajara 2011 fue un boom deportivo. El Enard llevaba un año y diez meses de funcionamiento y su apoyo económico lograba evaporar las excusas de falta de recursos por parte de los deportistas. Esos Juegos en tierra mexicana relanzaron a la representación nacional con 21 oros, el regreso al 7º puesto del medallero y, sobre todo, una estructura general mucho más sólida. La diferencia fue notoria cuatro años después de la debacle de Río de Janeiro. Tras aquella experiencia en el estado de Jalisco, el desafío ahora no es sólo sostener esa escalada, sino dar señales importantes de crecimiento con miras a Río 2016.
Si bien el Enard invirtió 352 millones de pesos para esta cita, la complicación es mayúscula porque Toronto será una tierra deportiva más hostil que Guadalajara. Para el COA, el máximo premio sería alcanzar el 6º puesto y desbancar a Colombia. Es una misión de muy difícil concreción porque los cafeteros vienen de obtener 24 oros en Guadalajara -basados en su fortaleza en los deportes de marca, como el ciclismo, el patinaje y el atletismo, además de una sólida presencia en el levantamiento de pesas- y la representación nacional estaría lejos de imitar las 21 de los últimos Panamericanos. La pelota, disciplina que aportó cuatro doradas, fue quitada del programa de competencias, mientras que el remo, con cinco de oro en el Lago Zapotlan, presentará una lucha de botes mucho más ríspida en el Royal Canadian Henley Rowing Course.
Las esperanzas se cifran en Paula Pareto (judo), los dos seleccionados de hockey, el handball, el K2 200 y el K4 1000 de canotaje, Javier Julio en esquí acuático, el yachting con Julio Alsogaray (Láser), Francisco Renna (Sunfish) y Mariano Reutemann (RSX), el doble par y el cuatro remos sin timonel, Lucas Guzmán (taekwondo), Maira Arias (patín carrera), Giselle Soler (patinaje artístico) y Nicolás Córdoba (gimnasia artística, barra). Hasta allí habría 16 hipotéticos oros, más alguna sorpresa que podría venir de las aguas abiertas (Cecilia Biagioli), el racquetbol, algún dobles del tenis y el ciclismo. Hay otra búsqueda del COA: batir su marca histórica de total de medallas alcanzadas en el exterior, aquellas 80 de México DF en 1955.
Carlos Siffredi, gerente técnico deportivo del Enard, intenta ampliar la mirada y no focalizar exclusivamente en la recolección de preseas: «Sos resultadista y buscás sólo dónde están las medallas, o pensás en un desarrollo estructural del deporte de alto rendimiento. Y nuestra intención es que se apunte a desarrollar las bases de cada uno de los deportes. Hablar de medallas confunde si se lo hace con una visión futbolera, como si fuera la tabla de posiciones de la AFA. La mirada debe ser cualitativa, incluyendo el estudio de a quién se le ganó y ver lo que sucede con cada deportista».
La Argentina intervendrá en 35 de los 36 deportes del programa panamericano. De los 467 deportistas, más del 55 por ciento serán debutantes en este nivel de competición y un 16 % por ciento ya obtuvo medallas. En estos últimos 15 meses los atletas, cuyo promedio de edad es de 27 años, se midieron en 113 competencias fundamentales, 243 pruebas o encuentros preparatorios, y 121 concentraciones en diferentes lugares del mundo. Ya varios salieron a escena; la mayoría se lanza a la aventura panamericana con una preparación sin precedentes fuera de casa. Animarse a brillar frente a un estricto examen. De eso se trata.
Sin las megaestrellas, pero con los ojos bien puestos en Río
El del ciclista Walter Pérez será hoy uno de los tantos rostros felices en la apertura de los 17os Juegos Panamericanos. El abanderado argentino es uno de los más de 6000 atletas de una cita que será la referencia máxima de la región con miras a los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.
El Rogers Centre, en el centro de la ciudad, albergará al Cirque du Soleil en la fiesta inaugural, que empezará a las 21 de la Argentina y tendrá 625 actores. Con una inversión de US$ 1100 millones, la capital de la provincia de Ontario se calza la ropa deportiva para recibir a 41 países.
Como suele pasar en los Panamericanos, no habrá megaestrellas, pero sí campeones y medallistas olímpicos: la nadadora estadounidense Natalie Coughlin, su par brasileño Thiago Pereira, el atleta dominicano Félix Sánchez, la triplista colombiana Caterine Ibargüen, la garrochista cubana Yarisley Silva y la clavadista mexicana Paola Espinosa.
Toronto 2015 repartirá 1095 medallas entre 36 deportes y 48 disciplinas. Pero lo más codiciado será los cupos para Río 2016: habrá pasajes directos en 16 disciplinas de 10 deportes, y más boletos en forma indirecta. También hay ocho deportes no olímpicos, como rácquetbol y bowling, y se destaca el estreno del béisbol femenino (único deporte en que no participará la Argentina) y el golf, que tendrá su lugar el año que viene en Brasil.
Se prevé que EE.UU. liderará cómodamente el medallero. El interés estará en la puja por el segundo puesto entre Cuba -desde 1971 en ese lugar- y Brasil, que lo siguió a 10 oros en Guadalajara 2011. Canadá, el anfitrión, querrá terciar en ese duelo.
Fuente: Canchallena