Tevez construcciones

La llegada de Carlitos obliga al Vasco a armar un nuevo Boca, con otro esquema. Lo piensa poner más atrás para juntarlo con Gago. Lodeiro iría abierto por la izquierda, más Calleri-Palacios.

Se le puede preguntar desde un ultra hasta un plateísta de la tribuna este central, lo mismo da. A un periodista especializado o a un compañero de aquel equipo finalista: la coincidencia es total. El subcampeón de Europa acumulaba en cancha a Pirlo, Marchisio, Vidal y Pogba en el mediocampo. En mayor o menor medida, todos organizadores de juego/conductores -el repaso de su función en sus respectivas selecciones clarifica el panorama. Pero en la Juventus, el dueño era un tal Carlos Tevez. Que bajaba con libertad a pedirla. Que se movía por todo el frente de ataque. Que participaba en la gestación y en la finalización. Que eligió volver a casa. Y al que ahora le preparan un equipo.

No noticia: la clave telefónica favorita de Arruabarrena es 4-3-3. Pero como bien pidió alguien que conoce a la perfección su manera de pensar, “si le dan al mejor Riquelme o Zidane jugaría con enganche”. Y en algo así andan el Vasco y sus colaboradores, que desde su llegada pensaron en jugar de una manera, se reforzaron en el mercado de verano con la misma convicción y la revolución Apache generó un cambio de planes, que no serán sólo de intérpretes y de posicionamiento: también variará el funcionamiento general. Veamos…

Lo primero es lo primero. Y en la cabeza de Arruabarrena, los equipos se arman de atrás para adelante, sobre todo para trabajarlos (porque los movimientos colectivos de los del fondo son los que más tiempo requieren para su correcto desempeño). Los nombres, a esta altura, están claros: Peruzzi, Rolín, Díaz y Colazo saldrán de memoria hasta que Tobio demuestre lo contrario. Pero la sorpresa, en este caso, es posicional. Porque el nuevo esquema prescinde de los extremos pero no del juego de las bandas. Por eso desde la pretemporada en Estados Unidos en general y ayer en la Bombonera en particular (la práctica cerrada no pudo evitar ciertos ojos curiosos), el Vasco insistió en el desarrollo de la salida del fondo- Erbes, volante tapón, bien metido entre Cata y el uruguayo, bajando a buscar la pelota hasta el área propia. Los laterales adelantados hasta pasar la mitad de la cancha, con claras órdenes de proyectarse arriba. No es casualidad: el desequilibrio que antes daban los falsos wines, ahora deberán aportarlo Peruzzi y Colazo. Sirve como referencia los movimientos ensayados por Guardiola en Barcelona o Chile con Sampaoli, como ejemplo más cercano.

Los tres del medio brindarán contención y conducción. Junto a Pichi, Gago y Lodeiro se perfilan para ser el doble comando del equipo, con el uruguayo abriendo la cancha por la izquierda si hace falta. Arriba, Calleri, el único sin reemplazante natural en el equipo, será el 9. Entre Chávez y Palacios se disputarán quién es el tercer mosquetero. ¿Y Tevez? La idea es que se mueva más retrasado, para juntarse con Gago y llegar vacío al área. Quedó dicho: en la Vecchia Signora, con cuatro conductores, Carlitos era el dueño. El nuevo Boca vendría a ser la representación sudamericana. Con laterales que cubren lo que antes aportaban -o trataban de hacerlo- los Burritos y Carrizos. Medios que le acerquen limpia la pelota. Un punta que se faje y desgaste con los centrales, otro que le dé opciones por afuera. De eso se trata Tevez construcciones que se está armando…

DEBATE OLE: ¿De qué tiene que jugar Carlitos?

PABLO RAMON: «De punta en un 4-4-2»

La cosa es clara: Tevez no es enganche, ni volante por afuera, ni nueve de área. Tevez es segunda punta. En la Juve la rompió con un lungo con oficio de área (Llorente, Morata), con él más suelto por todo el frente de ataque. Carlitos, claro, es dúctil, y puede tirarse atrás ocasionalmente para juntarse con los creativos. En este marco, Boca tendría que jugar con un 4-4-2, con Gago y Erbes de doble cinco, Pérez por derecha y Lodeiro por izquierda. Para tener juego por las bandas, Peruzzi y Colazo tendrían que soltarse mucho para desbordar. Y como compañero vale darle una chance a Calleri, sin descartar a Chávez, insólitamente condenado a la función de puntero izquierdo. El Comandante, por el medio, podría hacer una dupla letal con Carlitos. Anímese, Vasco.

HERNAN CLAUS: «Atrás del 9, en un 4-2-3-1»

La gran apuesta de Arruabarrena es cómo sacarle jugo a Tevez, el mejor de la liga local, antes de que empiece a rodar la pelota. Con un jugador tan determinante entre manos, el técnico tomó nota y guardó en el placard el 4-3-3. Tevez, de la manera que más rinde, es llegando desde atrás, con un 9 como referencia (le sirvió mucho su paso por Italia, donde aprovechó el trabajo sucio de Llorente y Morata) y esa tarea la puede hacer tranquilamente Calleri. Pero Tevez necesita un equipo que gire a su alrededor y qué mejor que un doble cinco en el que Gago aporte el pase filtrado, y a los costados del Apache, dos volantes/delanteros que jueguen y creen. Al Vasco le sobran opciones: de tenencia, Pablo Pérez y Lodeiro; explosivos Carrizo, Chávez, Pavón y Palacios.

BRUNO STURARI: «El clásico 4-3-1-2 y él arriba»

Carlitos tiene que jugar como lo hizo siempre: de delantero libre, por momentos como segunda punta y otros como nueve. El 4-3-3 del Vasco debería romperse para que Tevez y Calleri jueguen juntos arriba con un esquema clásico, el 4-3-1-2 con el que jugó la última temporada en la Juventus. Lodeiro de enganche para que pueda soltarse más, y un mediocampo que recupere rápido la pelota con Meli o Pablo Pérez más Erbes y Gago para también cubrir las espaldas de Peruzzi y Colazo, con libertad para pasar al ataque y ser clave en cada ofensiva. Mientras, en caso de ser necesario abrir más la cancha y jugar por las bandas, en el banco están Palacios y Carrizo como variantes. En este caso, el equipo debe adaptarse a Tevez, el jugador de jerarquía que Boca tanto necesita.

Fuente: Olé