Después de superar una intervención por un tumor en un gemelo, Fabbiani hizo su primer gol en Estudiantes de San Luis para vencer 1-0 a La Lepra.
Una alegría para el corazón. Así lo sintió Cristian Fabbiani. Ayer vivió una de las tardes más importantes de su vida. Volvió a convertir un gol, luego de atravesar un ciclo de incertidumbre sobre su futuro personal y deportivo. Su pesadilla empezó el 27 de marzo, cuando debió ser intervenido para que le extirparan un tumor en el gemelo de la pierna derecha. Recién el 18 de mayo pudo volver a entrenarse con el plantel de Estudiantes de San Luis y el 21 de junio retornó a las canchas, en la derrota (1-3) con Santamarina. Sin embargo, al Ogro le faltaba reencontrarse con su amigo más fiel, el que lo acompañó durante toda su carrera: el gol. Y no así sucedió…
En el minuto 23 del segundo tiempo, Fabbiani ingresó en lugar de Quiroga. Al toque se notó su presencia en el ataque del Verde puntano. Aguantó pelotas al borde del área y obligó a retrasar el cerrojo defensivo que había planteado Independiente Rivadavia. A los 41’, se aferró a la pelota cuando Carlos Córdoba sancionó el penal de Parisi sobre Moreira Aldana. Y el Ogro remató abajo, con potencia, para sonreír y abrir los brazos en señal de descarga, justo contra un club en el que jugó entre 2011 y 2013. Poco le importó. Acababa de alcanzar su máximo logro, luego de 103 días de aquella jornada repleta de dudas.
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La victoria le sienta bárbaro a Estudiantes, que llevaba siete juegos sin ganar (4 PE y 3 PP), tras el 3-0 a Ferro, en Caballito. Y también representa una caricia al alma para el plantel por el gol de Fabbiani, su compañero más reconocido.
san luis (corresponsal).
Fuente: Olé