La petrolera brasilera Petrobras, empresa estatal de capital abierto anunció la semana pasada la cesión de activos por u$s 15.100 millones en 2016 dentro de un plan de ventas de patrimonio que superará los u$s 42 mil millones hasta 2018.
Con ese «plan de desinversión», así lo llaman los ejecutivos de Petrobras, se hará frente a la crisis agravada por el escándalo de corrupción por el que fueron apresados ex gerentes de Petrobras, directivos de empresas constructoras y políticos en el marco de la causa conocida como «Lava Jato» (lavado rápido).
Entre tanto esta semana será tratado en régimen de urgencia en el Senado un proyecto del opositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña para reducir las actividades de Petrobas en los megapozos de aguas profundas y ampliar la presencia de compañías multinacionales.
Los trabajadores de la petrolera brasileña Petrobras lanzaron un plan de lucha que contempla una huelga nacional contra la venta de activos y en repudio a un proyecto de ley que amplía concesiones a las multinacionales.
«Es un proyecto entreguista que quiere transferir al capital transnacional la explotación del área de pre-sal (yacimientos de aguas profundas)» cuestionó el dirigente sindical Rangel.
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