El máximo tribunal se pronunció en el caso de una persona de Neuquén que tuvo un accidente y está internada desde 1995.
La Corte Suprema de Justicia reconoció el derecho a la muerte digna y avaló la voluntad de una persona para que se suspendan las medidas que desde hace más de 20 años prolongan artificialmente su vida. El fallo genera un antecedente jurisprudencial importante para tribunales inferiores que tienen casos similares.