El Papa pidió en Ecuador ayuda para preservar el rol social de las familias

Francisco celebró la primera misa ante alrededor de 600.000 personas. Fiel a su estilo recorrió las calles de Guayaquil y se mostró cercano a los creyentes.

El Papa celebró su primer misa en territorio ecuatoriano ante una multitud de fieles, más de 650.000, que lo aclamaron en la ciudad de Guayaquil.
En un clima de mucha euforia y con una elevada temperatura, Francisco se refirió a la familia como eje de su primer mensaje de su gira sudamericana. En su homilía reclamó más ayuda y servicios sociales para las grupos familiares aquejados por problemas y alertó sobre los males que los asolan, como las «enfermedades» y la «falta de amor» y de trabajo.
«La familia constituye la gran riqueza social, que otras instituciones no pueden sustituir, que debe ser ayudada y potenciada, para no perder nunca el justo sentido de los servicios que la sociedad presta a los ciudadanos», dijo.
«En efecto, estos no son una forma de limosna, sino una verdadera deuda social respecto a la institución familiar, que tanto aporta al bien común de todos», remarcó.
El pontífice se refirió en la homilía al Sínodo de Obispos, previsto para octubre, que estará dedicado a las familias con el objetivo de «madurar un verdadero discernimiento espiritual y encontrar soluciones y ayudas concretas para muchas dificultades e importantes desafíos que la familia debe afrontar».
A bordo de un Jeep descubierto recorrió las calles de Guayaquil donde, fiel a su estilo, se mostró amable y predispuesto a las muestras de cariño de la población.
La primera jornada completa de su visita pastoral, el papa argentino visitó el santuario de la Divina Misericordia y luego se reunió con el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
La visita a Guayaquil tiene un significado adicional. La ciudad costera ha sido epicentro de protestas contra el Gobierno durante las últimas semanas, donde muchos salieron a las calles para manifestarse en contra de planeados aumentos impositivos y para acusar al presidente Rafael Correa de autoritarismo.
Correa acusa a sus opositores de querer opacar la visita del Papa y asegura que sus reformas sólo afectan a las clases más acomodadas y buscan distribuir mejor la riqueza. Los críticos del presidente suspendieron las protestas por el viaje del Sumo Pontífice, pero algunos abuchearon el domingo a funcionarios que acompañaban la caravana papal. Al llegar a Ecuador, Francisco exhortó al diálogo y a valorar las diferencias para que los progresos sociales lleguen a todos los ecuatorianos.

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