El analista Ricardo Rouvier traza el cuadro político del momento vinculado con la problemática social de la toma de tierras y el delito. Desde su ojo afirma que no ha habido un cambio sustancial en el escenario nacional. Asegura que el paso del tiempo afecta más a la oposición. También le destina algún palo para la gestión de Daniel Scioli
El analista político Ricardo Rouvier analiza, atravesando la problemática de la seguridad, cómo se está desenvolviendo la carrera hacia octubre, cómo está el oficialismo, cómo vienen los opositores, y las implicancias.
Según su postura, diciembre no fue óptimo para el gobierno, ya que vio perder unos puntos de adhesión por los sucesos de la toma de terrenos en la Ciudad de Bs.As.
Los errores de apreciación y de metodología en el desalojo del Parque Indoamericano, por parte de las fuerzas de seguridad que responden al gobierno nacional, significaron unas primeras 48 horas de pérdida de popularidad.
Además, indica que en el mismo mes se agregó la toma de una cancha de fútbol de Villa Lugano y los desmanes ocurridos en la Plaza Constitución, en que se unió la “tozudez del PO” en cortar las vías en el Roca, durante las horas pico de tránsito de miles de personas y la lentitud oficial para reaccionar.
Llamó la atención, apunta Rouvier, que el gobierno careciera de información previa sobre los hechos, que pudiera evitar la sorpresa y la acción de operadores del conflicto, sin desconocer la legitimidad de la problemática social. “Es fácil advertir, que se notó claramente la falta de previsión de los hechos. Todo indica que las fuerzas de inteligencia no trabajan con eficacia en el anticipo de los hechos y en la información estratégica sobre seguridad”, describe.
El gobierno, actúo de contragolpe constituyendo el Ministerio de Seguridad y poniendo al frente a Nilda Garré. “Pero, hay una cosa que debe quedar claro; es que no puede desaparecer el Estado frente a la inseguridad real”, recalca.
Siguiendo el análisis, se aclara que es todo un tema para el pensamiento progresista la cuestión de la seguridad en el marco de ideologías que respetan los derechos humanos, que afirman las causas sociales del delito, y que son garantistas en la aplicación del derecho. “Esta es una postura evolucionada frente a los que creen, falsamente, que la tolerancia cero resuelve algo”, expresa.
“El gobierno debe instalar en la subjetividad colectiva la convicción de que se ocupa seriamente de la cuestión de seguridad, y evitar esta percepción de anarquía, de falta de control y de impunidad. Hasta ahora no lo ha logrado”, sentencia.
Ante hechos delictivos en los que intervienen menores, resurge el intento de bajar la edad de imputabilidad. Este reclamo no solo aparece en dirigentes opositores, sino también en el gobernador Scioli. Es cierto, que la mayoría de la población está de acuerdo con la disminución de la edad punible, pero eso no significa renunciar a modelos de pensamiento basados en los fundamentos sociales del delito”, tira directo a la Provincia.
“Las modificaciones educativas y la evolución de la legislación no son suficientes para incluir a sectores (entre otros juveniles) que constituyen espacios de violencia individual y social”, concluye Ricardo Rouvier.
Fuente: www.agenciacna.com