El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quiere ayudar a que los griegos permanezcan en la zona euro, pero esperará a ver cómo votan en el referendo del domingo antes de discutir sobre más respaldo a Atenas, dijo el vocero.
«El presidente Juncker respalda totalmente su determinación a ser parte de Europa y a seguir siendo parte de la zona euro», comentó el vocero Margaritis Schinas durante una rueda de prensa de rutina.
«Simplemente esperaremos el resultado del referendo del domingo. Ahora es el momento de que el pueblo griego determine su futuro», agregó.
Por otra parte, dijo que la distancia entre las posiciones de Grecia y los acreedores «no es cuestión de dinero sino de reformas y de voluntad de aplicarlas».
Sin embargo, ayer el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, en una reunión a puerta cerrada del Partido Popular Europeo del Parlamento Europea, habría indicado que la diferencia entre las dos posiciones era de 60 millones de euros, según reportaron fuentes presentes en el encuentro.
A su vez, en una presentación ante un comité parlamentario holandés, Jeroen Dijsselbloem dijo que los votantes griegos no deben prever que obtendrán mejores términos de sus acreedores si votan por el «no» en el referendo.
Grecia probablemente «no tenga lugar en la zona euro» si vota por el «no» en el referendo del domingo sobre si acepta los términos para una extensión de la asistencia internacional, advirtió este jueves el presidente del consejo de ministros de finanzas de la zona euro.
Dijsselbloem dijo que si bien la oferta sobre la que se pidió a los griegos que voten había vencido, el referendo mostraría si los griegos estaban preparados para hacer los dolorosos sacrificios necesarios para seguir en el bloque monetario.
«Hay que sacar de la mesa una ilusión: que si el resultado es negativo entonces todo se puede renegociar y terminarán con un paquete más fácil y más atractivo», dijo Dijsselbloem, que también es el ministro de finanzas de Holanda.
Se necesitan medidas de austeridad de largo alcance para volver a encarrilar la economía griega, sostuvo.
«Si la gente dice que no quiere eso, no sólo no hay una base para un programa nuevo, tampoco hay una base para Grecia en la zona euro».
Sus declaraciones contradicen las del primer ministro griego Alexis Tsipras, que dijo que un voto por el «no» forzaría al eurogrupo y otros prestamistas a volver con una oferta más favorable.
Dijsselbloem dijo a los reporteros que los países de la zona euro seguían preparados para ayudar a Grecia en el evento de un voto por el «sí».
«El futuro de Grecia está en manos del pueblo griego», dijo. «Si el resultado es positivo, entonces naturalmente, del lado europeo, existe la disposición de ayudar a que Grecia salga de la alcantarilla».
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