La Presidenta argentina recibirá hoy a su par brasileña en la Casa Rosada. Este es el primer viaje al exterior de la recién asumida Dilma Rousseff, y su objetivo es firmar diversos acuerdos bilaterales en materia de energía nuclear y promoción comercial entre ambos países.
Según el diario La Nación, la reunión también tendrá una reivindicación de género que se plasmará en una declaración conjunta.
Rousseff, que arribará hoy por la mañana, será recibida a las 11.30 en la Casa Rosada con una ceremonia formal en el Salón Blanco. En lo que respecta a los acuerdos sobre energía nuclear, se apuntará específicamente a la creación de un nuevo reactor de investigación, considerado prioritario para el gobierno nacional. Se acordará también la construcción de un nuevo puente internacional sobre el río Pepirí Guazú.
El diario Ámbito Financiero afirmó también que se buscará mantener el límite a las exportaciones. Esto, en base a un acuerdo consensuado en 2005 entre los ex presidentes Lula y Néstor Kirchner, en una conversación telefónica. El mismo establecía que cuando la importación de un artículo determinado daña de forma severa a un sector de la industria local, el país exportador lo limitará automáticamente.
Teniendo en cuenta que la Argentina registra un fuerte déficit comercial frente a Brasil, que el año pasado representó un rojo de más de u$s 4.000 millones, quien deberá imponer las restricciones será el Gobierno de Dilma Rousseff.
En rigor, no se trata de un cambio de políticas en la materia, sino de mantener el régimen que acordaron Lula y Kirchner durante sus gestiones. Un sistema que evitaría el uso de licencias no automáticas como el que funcionó para productos textiles y de línea blanca, entre otros.
La mandataria brasileña ya adelantó en declaraciones a la prensa que su Gobierno “asume, una vez más, el compromiso con el Gobierno argentino de una política conjunta en la estrategia de desarrollo de la región. Para mí la idea fuerza es la de una relación estratégica con la Argentina, que debe manifestarse en todas las áreas de interés de ambos países”. Y destacó que “no tenemos que aceptar políticas de dumping o mecanismos de competencia inadecuados que no se basan en prácticas transparentes. Debemos reaccionar ante eso. Pero también sabemos que el proteccionismo en el mundo no lleva a buen puerto”.
A su vez, el diario Clarín informó que además se tratará un acuerdo para la construcción de hasta un millón de viviendas sociales en el país, siguiendo el modelo aplicado por Lula en Brasil. Asimismo, se aprobará la creación del Consejo Empresarial Argentino-Brasileño.
Esta será la primera vez que Dilma Rousseff y Cristina Kirchner se vean a solas. La Presidenta había faltado a la ceremonia de asunción de la mandataria brasileña, el 1° de enero pasado, con lo que había perdido la oportunidad de mantener entonces un encuentro con la mujer fuerte del Brasil.
Para la diplomacia nacional, la llegada de Rousseff es central desde lo político. Además de los acuerdos en materia de energía nuclear, también se avanzará en la creación de un consejo empresarial de alto nivel, que tendrá como objeto afianzar la relación en el sector privado.
Según fuentes oficiales, una de las prioridades que planteará Cristina Kirchner será la necesidad de que Brasil abra las licitaciones públicas para que haya empresas argentinas que puedan sumarse a los millonarios contratos que demandará para los próximos años la obra pública brasileña ante la realización del Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpíadas de 2016 en el país vecino. El canciller Héctor Timerman había hecho ese planteo en la reunión que había mantenido junto con la Presidenta y el jefe de Itamaraty, Antonio de Aguiar Patriota, hace dos semanas.
Además, se firmarán convenios de promoción comercial, que incluirán la creación de una comisión para que los dos países vendan juntos sus productos al mundo, y se avanzará en concretar acuerdos sobre biocombustibles. Una de las áreas en las que Rousseff anticipó que espera captar inversiones argentinas es, además, en la industria petrolera.
Tras el encuentro, las dos presidentas compartirán un acto con representantes de organizaciones defensoras de derechos humanos, firmarán los acuerdos, harán una declaración a los medios (hasta anoche, sin preguntas de la prensa) y compartirán en el Palacio San Martín un almuerzo de honor para la presidenta brasileña. A las 16, está prevista su partida.
Otro tema que será tratado en profundidad será la eventual devaluación del real. Se trata de una de las cuestiones que más preocupa al Gobierno argentino por el impacto que tiene, no solo en el país, sino en toda la región. Aun respetando la premisa que Rousseff ya mencionó sobre que “la política monetaria es soberana de cada país”, la idea argentina es que haya alguna forma de articulación de esas decisiones entre ambos países.
Fuente: www.lapoliticaonline.com