El Gobierno minimizó la posibilidad de que haya «infiltrados» que provoquen desmanes en el paro general convocado por los sindicatos del transporte y reiteró su pedido para que ese miércoles los gremios «dejen ir a trabajar» a los que así lo deseen.
«Nunca hubo infiltrados, por qué va a haberlo ahora», advirtió el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. «Si quieren parar que lo hagan. Lo que queremos es que dejen ir a la gente a trabajar», remarcó.
En ese marco, el funcionario reafirmó este jueves que «el Gobierno no le pone techo a las paritarias» e insistió con que lo que se hace el Ejecutivo es «cuidar el bolsillo del trabajador».
«El Gobierno no le pone techo a la paritaria; la economía le pone techo», aseveró el jefe de ministros en su habitual diálogo con los periodistas al ingresar en la Casa de Gobierno.
En ese marco, insistió en señalar que «la paritaria es libre» porque trabajadores y empleadores fijan «las formas de trabajo» y «el valor» del salario «en tanto y en cuanto no se salga de la economía porque rompe el bolsillo de los otros» y -sostuvo- «eso es lo que nosotros tenemos la obligación de cuidar».
«Si usted, por situaciones sectoriales, acuerda entre el trabajador y el empleador un número más alto, lo más probable es que eso impacte después en el bolsillo del trabajador y eso es lo que nosotros vamos a cuidar», aseguró Fernández en sus declaraciones de esta mañana, poco antes de ingresar a su despacho en la Casa Rosada.
También indicó que los dos gremios que aún no lograron llegar a un acuerdo y que, en consecuencia, se encuentran en conflicto son el de los aceiteros y los bancarios, a los que definió como «con muchas particularidades». Sin embargo, subrayó que «sí cerraron paritarias la UOM, el Sindicato de Comercio, el SUTERH, estatales y UOCRA, que representan a más de 2 millones de trabajadores».
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