El saldo de la balanza fue de US$ 242 millones; fuerte retroceso de las exportaciones.
La balanza comercial tuvo en abril un saldo favorable de apenas 252 millones de dólares, un monto 69% inferior a los 818 millones ingresados en el mismo mes del año pasado, reportó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El resultado fue consecuencia de exportaciones por 5231 millones de dólares, con un retroceso interanual del 19%, e importaciones por 4979 millones (-12%).
En cuanto a las ventas, se trata del menor monto obtenido por cobros de envíos al exterior de los últimos seis años para un mes de abril.
El sostenido estrangulamiento de la balanza comercial es un mal dato para una economía aquejada por la falta de divisas y que, por lo mismo, está obligada a recurrir cada vez más asiduamente al endeudamiento, pagando tasas que duplican o triplican las de otros países de la región, pese a que, en muchos casos, cuentan con menos recursos.
Para el Indec, la disminución del 19% verificada en las exportaciones se debe exclusivamente a una baja en los precios de los productos que vende el país. «El menor valor exportado con respecto al mismo mes del año anterior es consecuencia exclusiva del descenso de los precios (…) Si en este período hubiesen prevalecido los precios del mismo mes del año anterior, el saldo comercial habría arrojado, en cambio, un superávit de 1002 millones de dólares», sostuvo a modo de ejemplo.
Pero los analistas advierten que esa mirada es parcial. «El análisis del Indec es parcial e incompleto. Pone el foco en la caída de precios para sostener la tesis oficial de «un mundo que se nos cayó encima» pero desconoce que, en muchos casos, el país vende menos porque hay sectores que tienen cupos de exportación», señalaron desde la consultora Ledesma.
Según el informe oficial, las ventas de manufacturas de origen industrial se redujeron 20% (a US$ 1400 millones); las de origen agropecuario, 19 % (a US$ 1434 millones); la de productos primarios, 9% (a US$ 1434 millones), y las de energía se hundieron 63% (llegaron a apenas US$ 144 millones) dada la complicada ecuación que enfrenta este sector en el país tras largos años de desinversión por precios de venta artificialmente reprimidos.
Pero el propio Indec debe reconocer que, no en todos los casos, la caída obedece a baja de precios. Por ejemplo, las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario crecieron 7% interanual y las de productos primarios, un 15 por ciento. Pero, en ambos casos, terminaron aportando menos divisas al país porque sus precios se redujeron 24 y 21%, respectivamente. Por el contrario, las cantidades vendidas de productos industriales cayeron 16%, pero también lo hicieron 4% los precios promedio de venta.
A nivel de productos, el incremento en las exportaciones se observó por las mayores ventas de cereales (maíz en grano hacia Vietnam, Indonesia y República de Corea, y trigo y morcajo excluido duro para siembra a Brasil, Chile y Bangladesh); pescados y mariscos sin elaborar (camarones, langostinos y otros decápodos hacia España y Perú); frutas secas o procesadas (ciruelas secas con carozo hacia Chile y Argelia, y sin carozo a Rusia y Países Bajos); café, té, yerba mate y especias (yerba mate excluida simplemente canchada a Siria).
El primer cuatrimestre del año cerró con un superávit de 420 millones de dólares, monto 57% inferior al obtenido en el período enero-abril de 2014, gracias a exportaciones totales en ese período por US$ 18.626 millones e importaciones por US$ 18.206 millones. Y vale la pena recordar que buena parte de ese resultado se logró por mantener reprimidas algunas importaciones.
Con el retroceso del 19% que mostraron en abril, las exportaciones ya suman 17 meses consecutivos en retroceso, afectadas por un tipo de cambio cada vez menos atractivo mientras los costos de producción locales no paran de ajustarse al alza en dólares..
Fuente: La Nacion