Furia en el camino, que revisita el mundo posapocalíptico creado por George Miller a fines de los ’70, debuta en las salas mendocinas y en Cannes.
Remplazo. El actor Tom Hardy toma el papel protagónico que hiciera famoso Mel Gibson en 1979. El director Miller dice que su nuevo Mad Max es “un western sobre ruedas”. [Remplazo. El actor Tom Hardy toma el papel protagónico que hiciera famoso Mel Gibson en 1979. El director Miller dice que su nuevo Mad Max es “un western sobre ruedas”.]
Tres décadas y media es mucho tiempo para una pesadilla.
Sin embargo, es el periodo transcurrido en el mundo brutal, desolado y posapocalíptico de Mad Max a elevadas temperaturas desérticas, en la mente de George Miller.
La primera película Mad Max con Mel Gibson salió en 1979 y le siguieron dos más: Mad Max: Guerrero de la carretera en 1982 y Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno en 1985.
Esta semana, en Mendoza y en el Festival de Cannes, Miller estrenará su regreso al severo paisaje distópico de Mad Max con Furia en el camino, que es tanto una secuela como el primer capítulo de una nueva serie.
“Cuando alguien crea personajes lo persigue el mundo imaginario, lo acecha, en las más profundas hendiduras de su inconciencia”, declaró Miller en entrevista reciente desde su casa en Australia.
“Filmar la película fue muy familiar en muchos sentidos, pero en las tres décadas que pasaron desde la última, todo ha cambiado”, reconoció.
“El mundo ha cambiado. Todos hemos cambiado, igual que los cinéfilos han cambiado. El mundo y el lenguaje han cambiado en la cinematografía. Y me atrevo a decir que yo (también) he cambiado”, agregó.
En Mad Max: furia en el camino Tom Hardy remplaza a Mel Gibson. En la nueva cinta sale por primera vez Charlize Theron, en el papel de Furiosa, una mujer que conduce un camión de carga llamado The war rig (Plataforma de Guerra).
Con un presupuesto de unos 150 millones de dólares, la nueva entrega de Mad Max es un espectáculo con escenas magníficas que superan las de los capítulos anteriores.
“Es la película de acción de un hombre sabio, que toma su sabiduría de un anciano sabio, que al mismo tiempo tiene la temeridad y anarquía de un espíritu joven dispuesto a desafiarse a sí mismo”, dijo Hardy. “Si Obi-Wan Kenobi podría hacer una película de acción, sería ésta. O Yoda”, remató.
En todos los demás aspectos, Furia en el camino se apega a la estética básica y austera de la Mad Max inicial.
Max es un conductor solitario al volante de un Ford Falcon que recorre un páramo neomedieval en el que escasean el combustible y el agua. Sin embargo, Mad Max se diferencia de otras películas posapocalípticas en su bravuconería cinematográfica.
Es un éxito taquillero filmado con imaginación y brinca directo a la acción. “Un western sobre ruedas”, es como a Miller le gusta llamarla. Furia en el camino es básicamente una implacable persecución sobre ruedas durante tres días.
“La estrategia de esta película fue hacer una persecución larga y ver qué puede uno aprender de los personajes, sus relaciones y el mundo a la fuga”, dijo el director. “Depende de todas las herramientas del cine. Me gusta pensar que hemos hecho una película de cine”.
En lugar de confiar en efectos digitales, Miller exigió a su equipo y a dobles a que hicieran lo más posible sin imágenes animadas por computadora.
Eso le da a la película un realismo crudo que suele faltar en filmes de acción, aunque también implica una producción prolongada y agotadora que se remonta a 2012, seguida de amplias tomas nuevas efectuadas a finales de 2013.
“Fue una filmación técnica y logísticamente difícil”, declaró la actriz Charlize Theron. “Es su mundo y este mundo lleva muchos años dentro de él. Es su proyecto favorito”, completó.
Hardy, quien está contratado para tres secuelas más de Mad Max si se es que se filman, está muy entusiasmado de la extravagancia de la cinta y está encantando de ser “un eslabón en el imaginario de Miller”.
Para Miller, volver al escenario de su infierno apocalíptico fue un regreso feliz.
Fuente: AP