Otro secuestro sacude al conurbano: tomaron cautivo a un estudiante y lo liberaron tras pagar 50.000 pesos

Nicolás Chichocki, de 21 años, fue interceptado en Lanús por una banda armada cuando esperaba a su novia dentro del auto; su familia depositó los ahorros; «Pensé que no la contaba», dijo

«Estuve a punto de ser un número en la lista. ¿Qué más podemos esperar? ¡Qué impotencia! A empezar de cero». Las frases pertenecen a Nicolás Chichocki, un estudiante de 21 años, que fue secuestrado en las últimas horas en Lanús Oeste y fue liberado tras el pago de 50 mil pesos.

Se trata del tercer secuestro difundido en la última semana, al menos de los que se dieron a conocer públicamente. El primero fue el del empresario Daniel Rebagliati, que estuvo cautivo ocho días y fue liberado tras el pago de 1.500.000 de pesos en Almirante Brown, y, el segundo, el empresario Jorge Barrios, que lo mantuvieron cautivo durante seis horas y luego fue liberado en la zona de Cañuelas y San Vicente.

En el caso de Nicolás, de 21 años y estudiante de Relaciones Internacionales en una universidad privada, el hecho se produjo el viernes, alrededor de las 22.30, mientras esperaba a que saliera su novia dentro del auto. Allí se encontraba cuando fue interceptado por una banda armada, con pistolas y una escopeta, que se lo llevó del lugar en su propio auto. Según relató a Clarín el propio Nicolás, en ese momento se le cayó el teléfono. «Pensé que todo terminaba ahí», aseguró el joven.

Cuando relató las condiciones en las que tuvo lugar su cautiverio, describió que los secuestradores fueron muy violentos: «Lo primero que hicieron fue pegarme un codazo en la nuca y pasarme a la parte de atrás del auto. Enseguida, empezaron a negociar con su papá y a averiguar datos acerca de su familia y su posición económica.

Además, manifestó que estuvo todo el tiempo con la cabeza cubierta por un pasamontañas, por lo que no sabía adónde lo trasladaban o qué iba a pasar con él. «Amenazaban con matarme, querían dinero», sostuvo en declaraciones a Clarín. Y añadió: «Por como fue el hecho, imagino que tenían todo muy preparado; estaban bien organizados, por las armas y el proceso. También decían que estaban trabajando con apoyo, como si la banda fuera más grande», contó.

Las negociaciones no tardaron en llegar. Al principio, pedían una semana difícil de conseguir, y Nicolás trataba de calmarlos y de cooperar para evitar que la situación pasara a mayores. «Dejame ver cómo juntamos la plata. Voy a cooperar. ¿Pero me asegurás que me dejan con vida?», recordó que le dijo a los captores. Así siguieron durante una hora más.

Según fuentes allegadas al caso, los delincuentes confundieron a la víctima, porque cuando le aseguraron saber quién era, mencionaron otro nombre y otra realidad familiar. El papá de Nicolás está jubilado y su mamá es empleada. Al notificarse de esto y luego de que la víctima le mostrara los documentos, los secuestradores entendieron que no era quien suponían y empezaron a bajar sus pretensiones relacionadas con el monto del rescate. El pago se concretó en Camino General Belgrano y Méndez, en Wilde. A los pocos minutos, el joven fue liberado.

Esta mañana el papá de Nicolás ratificó el hecho y las características en las que se produjo, además del pago del rescate. «Se está viviendo muy mal, ya pasamos de un robo a un secuestro, como algo normal», expresó.

En diálogo con Crónica, dijo que a los captores les entregaron todo el dinero que tenían, incluso la plata que Nicolás había juntado para casarse..

Fuente: La NAción