Ayer partió el a buscarla un avión sanitario tras las críticas por el abandono en la isla mientras realizaba un crucero.
La turista argentina Ana María Arroyos, quien debió ser internada a Jamaica tras enfermarse gravemente cuando realizaba un crucero por el Caribe, será trasladada de regreso al país, a bordo de un avión sanitario que partió ayer desde el aeropuerto de San Fernando.
Así lo informó la familia de la mujer a través del perfil de Facebook «Ayudemos a Ana María» y fue ratificado por la empresa Assist Card, que se hizo cargo de los gastos, ya que la mujer tenía contratado con esa firma un seguro médico.
La empresa informó, a través de un comunicado de prensa, que la nave «es un Learjet 60 equipado con la más alta tecnología en medicina aérea» y la «tripulación está integrada por médicos y enfermeros egresados del Instituto Nacional de Medicina Aeroespacial, con vasta experiencia en repatriaciones sanitarias».
Los familiares aseguraron que antes de partir desde el aeropuerto de San Fernando pudieron contactarse con «los médicos y enfermeros» que asistirán a la mujer en el traslado a Buenos Aires.
La compañía puntualizó que está previsto que el vuelo arribe al aeroparque Jorge Newbery hoy «a las 18 aproximadamente».
De inmediato, la misma compañía «dispondrá de un completo operativo médico» para trasladar a Arroyo a bordo de una «ambulancia de alta complejidad hasta el centro de salud que la familia indique para continuar su tratamiento».
El Ministerio de Salud de la Nación había informado el viernes que el traslado se realizará «en cuanto las autoridades sanitarias de Jamaica así lo autoricen». Assist Card aclaró que afrontará el costo del traslado por «una cuestión humanitaria debido a la gravedad del caso», ya que se ha «excedido económicamente el monto de asistencia que la señora Arroyos cuenta, según los beneficios de viaje incluidos en su tarjeta de crédito». «Se estima que el costo del operativo supere el millón y medio de pesos», destacó.
Arroyos, residente en Quilmes Oeste, viajó de vacaciones hace tres semanas a Miami, Estados Unidos, donde abordó un crucero de la empresa Norwegian Cruise junto a su hija menor, Celeste.
Según relataron los familiares, Ana María fue a consultar al médico del barco porque tenía «fuertes dolores abdominales» y fue diagnosticada con un cuadro de «gastroenteritis aguda», por lo que le dieron «pastillas» y «pañales».
Ante la persistencia de los dolores, el Capitán del barco consideró que la mujer y su hija debían descender de la nave en la primera parada, en Kingston, para recibir una mejor atención.
Fuente: TN