OPERACIÓN 1
EL NOVIO DE ARROYO SALGADO: PROCESADO EN LA CAUSA CROMAÑON
No es la primera vez que la Argentina puede ser calificada como el mundo del revés. Esta vez es porque el boliche que regentea el presidente de la Cámara de Discotecas de Buenos Aires, Follia, tiene una habilitación irregular que viola la normativa vigente.
La habilitación fue conseguida por un ex funcionario del gobierno porteño. En un principio, había dicho que el local iba a ser destinado para efectuar bautismos, cumpleaños y casamientos para afiliados o hijos de los afiliados del Club Ciudad de Buenos Aires, a quien le alquila el predio donde está ubicado el boliche. Sin embargo, la publicidad del boliche denota otra cosa.
El actual director porteño de Deporte, Daniel Bravo, impulsó, por diversos medios la legalización de su status. La Defensoría del Pueblo advirtió en dos oportunidades sobre las irregularidades del emprendimiento. Pero hasta la tragedia de Cromañón, el boliche siguió funcionando. Ahora, sus encargados, están realizando las gestiones para reabrirlo a la brevedad, asegura un matutino porteño.
El gerente del local es Daniel Gustavo Vázquez, titular de Cedeba, la cámara que agrupa a los boliches de la Capital Federal. La disco está a nombre de Dormii SA.
Entre sus dueños figura Guillermo Alberto Elazar, quien fue jefe de Gabinete del director general administrativo del Teatro Colón, Pablo Eugenio Batalla, hasta que éste dejó el cargo en junio de 2004.
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-48136-2005-03-07.html
Cómo representar las discos con una disco trucha
La disco Follia alquila un terreno al Club Municipalidad, pero fue habilitado para bautismos y cumpleaños de los socios. Entre sus dueños, figura un ex funcionario municipal. Igual que Cromañón, sus activos están a nombre de una off shore en Uruguay.
Por Mariana Carbajal
El boliche Follia, que regentea el presidente de la Cámara de Discotecas de Buenos Aires, tiene una habilitación irregular que viola normativas vigentes. Quién se encargó de conseguirla, y figura como uno de sus dueños, es un ex funcionario que se desempeñó hasta hace menos de un año en el gobierno porteño. Ese personaje intentó por distintos atajos obtener el permiso oficial para la disco, al punto que llegó a alegar que el local se destinaría para “efectuar bautismos, cumpleaños y casamientos para los afiliados o hijos de los afiliados” del Club Ciudad de Buenos Aires, a quien le alquila el predio donde está ubicado el boliche. Una entrada independiente del club y la publicidad de la misma disco con modelos ligeras de ropa invitando a su dance floor dejaron rápidamente al descubierto la artimaña. El actual director porteño de Deporte, Daniel Bravo, impulsó, por diversos medios la legalización de su status. La Defensoría del Pueblo advirtió en dos oportunidades sobre las irregularidades del emprendimiento. Pero hasta la tragedia de Cromañón, el boliche siguió funcionando. Ahora, sus encargados, están realizando las gestiones para reabrirlo a la brevedad.
Follia está ubicado en Crisólogo Larralde 1041, en el barrio de Núñez. El gerente del local es Daniel Gustavo “Maxi” Vázquez, titular de Cedeba, la cámara que agrupa a los boliches de la Capital Federal. La disco está a nombre de Dormii SA. Entre sus dueños figura Guillermo Alberto Elazar, quien fue jefe de Gabinete del director general administrativo del Teatro Colón, Pablo Eugenio Batalla, hasta que éste dejó el cargo en junio de 2004. Cuentan testigos que ante sus allegados, Batalla siempre se vanaglorió de ser también propietario de Follia, pero nunca lo admitió fuera de su círculo más cercano. En el balance de Dormii SA al 30 de junio de 2001 la mayoría de las acciones estaba a nombre de una off shore, Maynor S.A. con sede en Montevideo. Consultado por Página/12, Vázquez dijo: “Puede ser que sea de una off shore”. Esta situación dificulta la identificación de los propietarios ante una tragedia como sucedió en el caso de República Cromañón.
Un servicio más para los socios
La historia de Follia se remonta varios años atrás. El 19 de mayo de 1999 Elazar, en nombre de Dormii S.A., firmó un contrato con el Club Ciudad de Buenos Aires por el cual la entidad deportiva le cedía una porción de sus terrenos “para la construcción de un restaurante con entrada independiente por las calles Crisólogo Larralde y Padre Canevary”. El contrato se hizo por seis años desde el comienzo de la explotación del lugar y se fijó un pago al club de 1500 pesos mensuales. En el acta –a la que tuvo acceso Página/12– se estableció que la explotación del local podría incluir “la colocación de música para bailar y la realización de desfiles, fiestas sociales, agasajos, etc., quedando facultado el concesionario a tramitar las habilitaciones correspondientes”.
En su doble papel de apoderado del Club Ciudad y de accionista del emprendimiento, Elazar inició las gestiones en el gobierno porteño para lograr la habilitación del local. El 20 de julio de 1998, por medio del decreto 1365, ya había sido designado para desempeñarse en la Dirección General del Teatro Colón, donde más tarde llegaría a ser jefe de Gabinete.
La apertura de Follia venía mal parida:
– En primer lugar, cuando en 1983 la Municipalidad le vendió las tierras al club donde está la disco, quedó asentada en la escritura una cláusula por la cual debían destinarse esos terrenos “exclusivamente a las actividades sociales, culturales y deportivas que constituyen su objeto como club”. Entre ellas no figura la explotación de un boliche bailable. Incluso, en el protocolo notarial –al que accedió este diario–, se aclaró que “en caso de su incumplimiento por parte del comprador o de sus sucesores (de esta condición resolutoria) la municipalidad podrá exigir la restitución del dominio del predio vendido y los daños y perjuicios que correspondan”.
– En segundo lugar, Follia está ubicado en un distrito UP (urbanización parque) tanto para el antiguo Código de Planeamiento Urbano sancionado en 1977 como para el nuevo, aprobado en el año 2000. Ninguno de los dos permiten el funcionamiento de discos en esa zonificación.
Pero Elazar no se amilanó y demostró una tenacidad a prueba de normas en la búsqueda de la habilitación para Follia.
La primera tentativa fue hacia fines de 1999. A través de una presentación en el gobierno porteño, la firma planteó si podía habilitarse un local en ese sitio para “la actividad de baile y fiestas privadas o sociales como complemento del servicio de restaurante o para brindar el beneficio de poder efectuar cumpleaños, casamientos, bautismos, comuniones para los afiliados o hijos de los afiliados del club”. La Dirección de Fiscalización de Obras y Catastro se expidió favorablemente el 8 de noviembre de 1999 a través de la Providencia 3813. “En los planos aportados se plantean los accesos desde el interior del club, por lo que se considera que las actividades a desarrollar resultarían complementarias para los socios”, concluyó el organismo. Nada más alejado de la realidad. Los planos eran truchos. Desde un principio, el local tuvo su entrada independiente del club y nunca fue pensado ni funcionó como un servicio más para los socios del club Ciudad.
Inspecciones posteriores descubrieron el engaño. Se trataba ni más ni menos que de una disco VIP, cuyas actividades quedaban a la vista en las revistas del corazón. Se encargaba de promocionarlo el famoso RR.PP. Claudio “Clota” Lanzetta asesinado tiempo después por taxiboys en su departamento de Palermo.
A prueba de objeciones
Las inspecciones y clausuras al local por falta de habilitación han sido numerosas en los últimos años. Pero siempre reabrió a pesar de los dictámenes en contra de diversos organismos de la Ciudad, desde la Procuración General hasta la Defensoría del Pueblo.
Tras quedar al descubierto que no se hacían bautismos y comuniones de los hijos de los socios del club, Follia cambió su estrategia para pedir la habilitación y empezó a solicitarla como una actividad complementaria del Club Ciudad de Buenos Aires, apelando a un viejo decreto de 1949, el Nº 5959, que regula las actividades de los clubes. ¡¡¡Y la consiguió!!!, el 23 de octubre de 2003, según consta en la plancheta de habilitación con sellos del gobierno porteño que exhibió a este diario el gerente del local Maxi Vázquez. El funcionario que figura en el documento se llama Marcelo Ruiz.
Lo curioso es que se expidió en contra de habilitarlo conforme aquella normativa la propia Procuración General de la Ciudad, en un dictamen del 8 de julio de 2003, al que tuvo acceso Página/12. El organismo afirmó que entre las actividades comerciales complementarias para los clubes, previstas en el nuevo Código de Planeamiento Urbano (ya vigente al momento de iniciar Follia la nueva solicitud de habilitación a través del expediente Nº 6169/01) y en su antecesor de 1977 no se menciona “un local de baile clase C como el que nos ocupa, establecimiento éste al cual por otra parte, se accede desde la vía pública, lo cual se encuentra expresamente prohibido por la norma legal referida; por otra parte, no resulta complementario para los socios del club, razón por la que tampoco podrá otorgarse habilitación alguna en tal carácter en razón de contravenirse las normas legales referidas”.
También se expidió contra el funcionamiento de Follia la Defensoría del Pueblo de la Ciudad al menos en dos oportunidades y pidió su clausura. En una resolución del 8 de mayo de 2003, el organismo de contralor advertía a las autoridades del Ejecutivo comunal sobre la ilegalidad delemprendimiento, en el marco de un reclamo por el cierre de otros 34 boliches sin habilitación. “Miles de jóvenes asisten todos los fines de semana a locales que no cuentan con habilitación y, por ende, no están debidamente controlados. De esta manera, se desconoce si estos locales cuentan con la infraestructura adecuada para albergar a los asistentes que, en algunos casos llegan a miles, especialmente en lo atinente a las normas de seguridad, prevención contra incendios, medios de salida de emergencia, etc”, señalaba Oliveira.
Es llamativo, pero Follia fue clausurado en varias oportunidades por inspectores comunales por falta de habilitación, pero siempre reabrió hasta que tras la tragedia de República Cromañón se vio obligado a cerrar. El viernes 25 de febrero los encargados de Follia presentaron en el gobierno porteño la documentación exigida ahora para volver a funcionar. Para el miércoles pasado estaba prevista la inspección al local, pero fue suspendida. En manos de la Secretaría de Seguridad está poner fin a esta historia.
Fuente: noticiasdeljardin.com.ar
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OPERACIÓN 2
La intrincada teoría de Elisa Carrió sobre la muerte del fiscal Nisman
Dirá que fue asesinado por agentes iraníes y que la mujer que apareció muerta en Puerto Madero fue la entregadora. Los cabos sueltos de su tesis.
La declaración de Elisa Carrió ante la fiscal Vivina Fein es el próximo hito de relevancia en la causa por la muerte de Alberto Nisman. Fein ya sabe que Carrió defiende la teoría del homicidio pero guarda cierta curiosidad sobre el método y la conspiración que la diputada promete revelarle.
Carrió es una de las convencidas casi desde el principio, tal como ha contado en su departamento de Barrio Norte, que Nisman es víctima de una operación de inteligencia internacional orquestada por Irán y con algún tipo de soporte a nivel local que habría brindado el entorno del general César Milani.
Según la teoría de la diputada, los ejecutores habrían alquilado un departamento en Le Parc meses antes de la muerte del fiscal con el objetivo de monitorearlo – sobre Nisman pesaba una orden de captura de Teherán– y cuando llegó el momento de la denuncia éstos procedieron.
Más allá de esa explicación que tiene muchos cabos sueltos (no se encontraron movimientos sospechosos o irregularidades entre todos los propietarios e inquilinos de Le Parc) Carrió promete explayarse sobre dos temas que desvelan a Fein: el papel de los custodios del fiscal a quienes les tomó declaración de nuevo y el extraño caso del cadáver de una mujer encontrado carbonizado frente a Le Parc.
Hoy por hoy los custodios viven ocultos, bajo extrema seguridad. En la fiscalía de Fein cuentan que cuando le tocó declarar Jaime Stiusso sembró dudas sobre la actitud de ellos y hasta insinuó que podrían haber sido sobornados para generar una suerte de zona liberada.
Fein volvió a citarlos porque los necesita para consolidar su hipótesis del suicidio. Carrió asegura que formaron parte del complot y que rige un pacto de silencio entre todos ellos.
El otro punto, igual de oscuro, es el del cuerpo encontrado a los pocos días de la muerte de Nisman, incinerado frente a Le Parc. A Fein le sorprende que nadie lo haya reclamado lo cual la lleva a la conclusión de que sería una mujer extranjera.
Carrió le dirá que esa mujer es de nacionalidad croata y que habría sido la “entregadora” de Nisman, ya que luego de ingresar a su departamento y drogarlo habría dejado el terreno preparado para que intervinieran los agentes iraníes que supuestamente le dieron muerte.
De todos modos, la teoría choca con los datos que hay ahora en la causa: no se encontraron elementos extraños en el cuerpo de Nisman, que permita suponer que fue drogado, y en el momento del disparo la puerta del baño estaba cerrada, según el estudio de las manchas de sangre que se realizó la semana pasada.
Fuente: crimenyrazon.com
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OPERACIÓN 3
EMPLEADA DEL MES
Afirman que Stiuso opera contra sus adversarios a través de Arroyo Salgado
La exesposa de Nisman tiene en sus manos la causa por espionaje a funcionarios de gobierno, pero pidió las declaraciones en Diputados de Verbitsky y Saín… que no están vinculados a esa causa.
El exespía Antonio ‘Jaime’ Stiuso tiene al flamente director de la Escuela de Inteligencia de la AFI, Marcelo Saín, y al periodista Horacio Verbitsky, como declarados «enemigos».
Ambos formularon fuertes denuncias públicas y judiciales que involucran al espía despedido en diciembre del año pasado en ilícitos como miembro de la disuelta SIDE.
Razón por la cual no les pierde pisada, aún cuando se encuentra en algún lugar indeterminado del exterior, desde donde sigue moviendo los hilos de quienes, en algún momento, cayeron –aparentemente– bajo su férula.
Así, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado envió el miércoles último un oficio a la Cámara de Diputados para requerir las versiones taquigráficas de las reuniones de comisión en las que se debatió la creación de la Agencia Federal de Inteligencia.
Explícitamente, la exesposa de Alberto Nisman pidió los las actas de las intervenciones de Verbitsky y Saín…
La jueza instruye la causa que tiene a varios periodistas procesados por las pinchaduras ilegales de correos electrónicos a los más altos funcionarios del gobierno nacional, y en ese marco pidió las declaraciones de ambos… aun cuando nada tengan que ver con la causa.
Hace unas semanas, Arroyo Salgado almorzó con Mirtha Legrand y allí admitió conocer a Stiuso, aunque sólo «socialmente» y a través de su exesposo. No obstante, el portal enorsai.com.ar plantea que, en realidad, la jueza federal sería otra «empleada» de Stiuso en el Poder Judicial.
El oficio de Arroyo Salgado:
Fuente: diarioregistrado.com
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