Pese a que tiene un fallo favorable de la Justicia, la Ciudad confirmó que no usará las armas eléctricas.
Tras cinco años de polémica, el Gobierno porteño confirmó que no utilizará las pistolas eléctricas Taser, pese a que cuenta con un fallo favorable del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad.
Estas pistolas que generan una descarga eléctrica habían sido anunciadas en 2010 por el Ejecutivo local para dotar a los efectivos de la Policía Metropolitana. Pero de inmediato los dirigentes opositores criticaron su uso al considerarla un arma de “tortura”. Apelaron a la memoria colectiva para comparar esas pistolas con las picanas empleadas en la dictadura.
Sus detractores también mencionaron algunos casos fatales ocurridos en otros países, como Australia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, para frenar su incorporación.
La adquisición de las Taser fue objetada judicialmente por Carlos Pisoni, actual subsecretario nacional de Promoción de los Derechos Humanos. Luego de cinco años, el mes pasado el Tribunal Superior porteño pareció abrir el camino a la compra de esas pistolas. Incluso el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, se expresó públicamente a favor de su uso.
Según publicó el diario La Nación, aunque la autorización del tribunal porteño fue recurrida con una presentación extraordinaria ante la Corte Suprema de la Nación, el Gobierno porteño dio por cerrado el tema de las Taser. “La intención era comprar algunas de estas pistolas para probar su funcionamiento y usarlas en situaciones específicas en que es una locura usar armas de fuego, pero por el momento no está en carpeta”, explicó una fuente del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.
Fuente: La Razón