El Sabalero y La Crema juegan este martes desde las 18 con arbitraje de Darío Herrera. Rafaela aún no sumó de a tres en el torneo. Tres cambios habrá en Colón.
El último partido ante Temperley fue un paso atrás en lo futbolístico, teniendo en cuenta lo que había mostrado Colón en los encuentros ante Rosario Central y Olimpo. Cuando daba la sensación que el equipo tenía todo para despegar y de a poco encontrar el funcionamiento, la derrota ante el Gasolero volvió todo a fojas cero. Aquella ilusión se derrumbó en los 90 minutos que jugó ante el equipo de Ricardo Rezza.
Puertas adentro existió autocrítica y el primero en manifestarlo fue Javier López cuando en conferencia de prensa admitió que su equipo había jugado mal. No había que ser ningún erudito, para entender que la producción futbolística había dejado mucho qué desear.
Pero la semana larga de trabajo habida cuenta de las elecciones, le permitió al cuerpo técnico trabajar con la tranquilidad y el tiempo suficiente como para conformar la estructura titular. Incluso fue muy provechoso este parate para recuperar jugadores lesionados. El claro ejemplo es el de Braian Romero, goleador con dos tantos y futbolista clave en la remontada del equipo.
Precisamente el ex-Acassuso no había estado en el juego ante Temperley producto de un desgarro y está claro que su ausencia se notó de mitad de cancha hacia arriba. Los 11 días entre un partido y el otro, le permiten al volante recuperarse y ser de la partida ante la Crema.
El otro jugador que arrancó la semana trabajando de manera diferenciada fue Clemente Rodríguez, quien apenas pudo disputar 45’ ante el Gasolero dado que sufrió una sobrecarga muscular. Pero el ex-Boca fue dosificando el entrenamiento para llegar en las mejores condiciones para el compromiso de esta tarde.
Sin dudas que la gran ausencia que tendrá el Sabalero será la de Pablo Ledesma, quien se había constituido como el mediocampista más influyente en cuanto al manejo del balón. Figura ante Central y un rendimiento aceptable frente a Olimpo le alcanzaba para ser considerado elemento indispensable en la estructura titular del Alemán López.
Pero un desgarro lo dejará al margen de este cotejo y allí deberá aparecer Cristian Llama, jugando como enlace para hacerse cargo del equipo ante la baja del cordobés. El ex-Arsenal demostró ante Temperley que pese a su larga inactividad (seis meses) por la rotura del tendón de Aquiles, se trata de un futbolista que sabe administrar la pelota y que tiene lucidez a la hora de elegir el mejor destino.
Está claro que le falta ritmo futbolístico y eso se notará, pero hoy el técnico entiende que es mejor ponerlo de entrada y que pueda rendir al máximo hasta que deba suplantarlo en el complemento. En esta oportunidad se ubicará delante de la línea de cuatro volantes para asistir a Lucas Alario. Casi siempre jugó por el sector izquierdo, pero con la presencia de Mariano Bíttolo, hará las veces de media punta sin tanta obligación de retroceder para la marca.
Teniendo en cuenta que el nivel de los delanteros dista y mucho de ser el mejor, el técnico decidió conformar un mediocampo con muchos volantes para tener el balón y obtener fluidez de juego. A priori, jugar con un delantero en condición de local y ante la Crema puede catalogarse de esquema defensivo. Pero en virtud de lo poco que rindieron los delanteros, López busca variantes en la zona donde tiene mayor recambio.
En esta oportunidad, apenas lleva un defensor (Lucas Landa) para el banco de relevos y un volante de marca (Yamil Garnier), el resto son volantes ofensivos y delanteros. Por lo cual, en caso de que el equipo no tenga un buen rendimiento, tiene a mano alternativas como para modificar el curso del partido.
Será clave para Colón la forma en la que Alario retorne, luego de estar un mes y medio sin jugar con lo que eso conlleva. Si bien el Pipa viene entrenando desde hace varios días a la par de sus compañeros, la realidad indica que con el correr de los partidos irá adquiriendo su mejor forma futbolística. Pero aún así, el cuerpo técnico lo considera un jugador fundamental y por ese motivo no lo apuraron en su vuelta.
En cuanto a la manera en que puede presentarse el encuentro, es indudable que el peso del partido lo tendrá Colón, en virtud de la derrota que sufrió ante Temperley y que obviamente juega ante su gente. En la previa, Walter Serrano, volante de la Crema indicó que su equipo intentará aprovechar la presión que sufra Colón por parte de sus hinchas, para obtener un buen resultado.
Leonardo Astrada asumió hace seis días y no fue mucho el tiempo que tuvo de trabajo, pero en su primera aparición pública expresó que se iba a apoyar en la gente de mayor experiencia para salir de este momento. El elenco rafaelino no ganó en lo que va del torneo y apenas sumó cinco unidades, que lo mantienen junto a Olimpo en la última posición de la tabla. Tiene seis goles a favor y 13 en contra.
Si se ponen de manifiesto estos números se podría decir que es un partido accesible para Colón. Pero lejos está de ser así, primero porque la llegada de un nuevo entrenador es una inyección anímica y segundo porque a lo largo de estas nueve fechas el Sabalero demostró que no es un equipo confiable.
En consecuencia será un encuentro de dientes apretados, entre dos equipos urgidos por conseguir un buen resultado, pero sabiendo que una derrota sería un golpe anímico demasiado fuerte para cualquiera de los dos. López manifestó que no se siente condicionado, ni que tampoco se pone plazos. Pero es consciente, que una nueva derrota generaría un cuadro de situación por demás de complicado.
En los últimos tiempos Colón y Atlético de Rafaela protagonizaron historias apasionantes y polémicas, como la definición que dejó al Sabalero en la segunda categoría y el recordado 18 de noviembre del 2013 en el que no se jugó el partido y finalmente el Rojinegro perdió los puntos que fueron decisivos para descender a la “B” Nacional. Pero este es otro capítulo en el que ambos se juegan mucho.
Fuente: Agencia Fe