El presunto asesino utilizó el teléfono de la víctima para hacerle creer a su familia que se iría de viaje y no podría comunicarse durante un tiempo.
El presunto asesino que descuartizó a la argentina Adriana Giojosa intentó despistar a la policía y a los familiares mediante mensajes falsos enviados desde el teléfono de la víctima.
Las sospechas comenzaron luego de que la familia recibiera textos de WhatsApp en donde la mujer aseguraba que se iría de viaje y no podría comunicarse por un tiempo. Sin embargo, la víctima había visitado a su familia unos meses antes y no había adelantado nada sobre un posible viaje.
Preocupado, su hermano viajó hasta Majadahonda, una localidad de las afueras de Madrid, donde no pudo encontrarla. El 6 de abril radicó la denuncia ante la Guardia Civil.
Además, los investigadores dieron con un video de seguridad en el que se ve al presunto asesino dejar una carta en la hamburguesería Burger King de Majadahonda, donde trabajaba Gioiosa.
En la misiva, la víctima se despedía del trabajo y anunciaba que se marchaba a Barcelona. El video es de una fecha posterior la desaparición de Adriana.
El caso conmociona a la opinión pública de España que sigue con atención las nuevas pistas.
Fuente: 26noticias