La acuchilló en la puerta de la salita de 2 y 3 años; él tenía prohibido acercársele por orden judicial; ella no llegó a activar el botón antipánico
CÓRDOBA.- Una decena de chicos de entre 2 y 3 años que estaban en la guardería Estrellitas Traviesas del barrio Jardín, en San Francisco, fueron testigos del horror. Frente a ellos, un hombre enajenado asesinó con un cuchillo a su ex pareja, la maestra del jardín.
Es el quinto femicidio en lo que va del año en Córdoba. Hace 15 días, en Villa María, un paciente psiquiátrico también mató a su pareja. Hugo Barrera asesinó a Carina Simonetta en la casa que compartían. La descuartizó y repartió el cuerpo por la vivienda. Lo mismo hizo con el perro que tenían y por el cual se había originado la discusión entre ellos.
En el nuevo caso, por serios problemas previos entre la pareja, la Justicia había fijado una orden de restricción perimetral y Mauro Bongiovanni, de 45 años, no podía acercarse a su ex mujer, María Eugenia Lanzetti, de 45. Ella, desde fines del año pasado, tenía un botón antipánico, uno de los nueve que hay en San Francisco. Ayer lo tenía en el bolsillo del guardapolvo, pero no llegó a accionarlo porque él le saltó encima y la atacó sin darle tiempo a nada. Todo sucedió al lado de la puerta de la salita.
La médica del dispensario situado junto a la sala -alertada por el movimiento y por los gritos de la mujer y de los chicos- intervino y trató de detener a Bongiovanni con una silla. No pudo. Él actuó rápidamente; llegó en una camioneta, la estacionó en la puerta, ingresó, mató a Lanzetti y huyó. Fue detenido media hora después, cuando salía de su casa; se le secuestró un cuchillo; Bongiovanni tenía las bermudas ensangrentadas.
Los niños que presenciaron el ataque fueron inmediatamente asistidos por personal especializado y retirados por sus padres, según dijeron fuentes policiales. Un especialista confió a LA NACION que por la rapidez del acto (unos tres minutos) y por su corta edad es probable que no hayan alcanzado a entender «en su totalidad y en profundidad lo dramático» del suceso. Recibirán atención psicológica.
La pareja tenía dos hijos: Santiago, de 22 años, y Juan Cruz, de 17. Vivían con Lanzetti. Él trabajaba en la empresa de su familia, Bongiovanni Hnos., una fábrica de heladeras para camping. Recientemente cumplía un tratamiento ambulatorio en la Clínica de Psiquiatría de San Francisco; la guardia la tenía su familia.
El matrimonio estaba separado desde hace un año y en ese lapso se habían registrados intentos de agresión. Incluso ella aseguró a sus amigos que la había querido matar y que, en otras ocasiones, la había golpeado. Por eso regía la restricción de acercamiento a la casa situada en Juan B. Justo 727, donde María Eugenia vivía con sus hijos.
Ella era desde hace años la encargada de Estrellitas Traviesas, donde concurren chicos del barrio Jardín, una zona periférica de San Francisco, de familias trabajadoras…
Fuente: La Nación