Para la jueza, el hallazgo «cambia todo»; según la fiscal, «no modifica el curso de la investigación»
El hallazgo de un arma de Alberto Nisman en la casa de su madre es, para Sandra Arroyo Salgado, un dato que «cambia todo» en la causa; para la fiscal del caso, en cambio, no modifica nada.
«Entiendo que es un elemento importante -dijo Arroyo, ex mujer de Nisman, a radio Mitre- porque si una persona tiene un arma registrada a su nombre y tiene miedo por él y sus hijas, en lugar de pedirle a otra persona, va y busca el arma que tiene hace tiempo registrada.» Antes, en una entrevista con radio Vorterix, había afirmado que el hallazgo cambiaba «el escenario».
Anteayer, la madre de Nisman, Sara Garfunkel, declaró como testigo ante la fiscal Viviana Fein y contó que el viernes de Semana Santa había encontrado en la baulera de su departamento un arma que, según ella supuso, su hijo había guardado allí hacía unos tres años, durante la temporada que vivió con ella, cuando acababa de separarse de Arroyo.
Para Fein, la aparición de esta pistola Bersa calibre 22 «no modifica el curso de la investigación» porque no aporta una gran novedad. «Esa arma ya había sido informada en la causa y no tenía balas», dijo ayer la fiscal.
Fuentes oficiales informaron a LA NACION que la policía revisó toda la baulera donde se secuestró la pistola y no encontró proyectiles. Dijeron, además, que Nisman no estaba habilitado legalmente para comprar balas porque para eso se requiere tener condición de «legítimo usuario»; algo con lo que él no contaba.
El arma encontrada en la baulera de Garfunkel estaba a nombre de Nisman, que la había empadronado en octubre de 1993. Ése fue el último trámite que hizo con ella, informaron fuentes del caso. Dentro del estuche donde fue hallada, estaba el papel del Registro Nacional de Armas (Renar) de aquel empadronamiento.
«Yo no puedo decir que el arma me oriente a una postura determinada», dijo ayer Fein en un encuentro con LA NACION y otros medios. «Hay que peritarla. Hoy no me cambia ninguna dirección en la investigación», afirmó.
En primer lugar, la pistola será sometida a un peritaje de rastros y después a otro que analice su estado para determinar si funciona.
«Desconocía que Alberto tenía armas registradas a su nombre», dijo ayer Arroyo. «No sé cuándo la adquirió y nunca las tuvimos en nuestra casa», afirmó.
De acuerdo con los registros oficiales, hace más de diez años Nisman había declarado dos armas: la pistola semiautomática Bersa calibre 22 -la encontrada en la baulera- y un revólver Rossi calibre 38, que transfirió en 2009.
Sara Garfunkel también negó haber sabido jamás del arma. Declaró que la encontró de casualidad. Tardó once días en informar a la Justicia del hallazgo. Y según dijo ayer Arroyo, Garfunkel tampoco se lo había contado a ella. La ex mujer de Nisman dijo que se enteró de la aparición del arma por el abogado de ambas.
Garfunkel es, de acuerdo con las pruebas reunidas en la causa, la persona en quien Nisman más confiaba. Ella tenía las llaves de su casa y las claves de acceso a las cajas fuertes de su departamento, y era quien compartía con él tres cajas de seguridad; dos en los bancos Ciudad y Patagonia, y una en la empresa Hausler. La del banco Ciudad fue allanada por la Justicia, pero cuando llegaron los investigadores, Garfunkel la había vaciado. Después de no visitarla por seis años, fue al banco doce días después de que su hijo fuera encontrado muerto y se llevó lo que había en ella; según declaró, el título de abogado de Nisman, el título de propiedad de su casa y un acta de levantamiento de una hipoteca sobre la casa de Highland. En las otras dos cajas, ella declaró que sólo había unos pocos pesos.
Además, fue una de las tres personas a quien Nisman le pidió -según las declaraciones de las tres- que figuraran como cotitulares de una cuenta en el Merrill Lynch en Estados Unidos. Las otras dos fueron Sandra Nisman (hermana del fiscal) y Diego Lagomarsino, que trabajaba para él y es el dueño del arma con la que apareció muerto. Una Bersa calibre 22 igual a la de la baulera de Garfunkel.
DECLARÓ EL DUEÑO DEL AUDI
- El dueño de la camioneta Audi Q3 con la que se movía Alberto Nisman declaró ayer ante la fiscal Viviana Fein y dijo que tenía una relación estrecha con el fiscal y que solía prestarle vehículos. Claudio Picón, titular de la camioneta, dijo que lo unía a Nisman una amistad de muchos años y que ya le había prestado un auto y un jeep en otras épocas. El fiscal no tiene autos a su nombre. Sí tenía un Ford Focus que le había asignado la SIDE y estaba estacionado en la UFI AMIA. Ayer, se volvió a inspeccionar la camioneta, que sigue estacionada en Le Parc, para chequear si tenía GPS, pero resultó que no.
lanacion.com