Madonna estuvo este domingo como invitada sorpresa en la presentación del rapero canadiense Drake en el festival Coachella, que se celebró en Indio, California.
La cantante de 56 años sorprendió a la multitud que se había concentrado para ver al rapero cuando se acercó a Drake, que se había sentado, y le estampó, sin previo aviso, un beso que se prolongó durante segundos.
El rapero hizo un gesto como de asquito.
El portal de noticias TMZ contó que fuentes cercanas a Drake aseguran que a él no le dio asco el beso de Madonna, sino que su reacción se dio por el gusto del lápiz labial.
Además, el entorno de Drake le confirmó a TMZ que el beso no estuvo armado: “El plan era que Madonna bailara a su alrededor, mientras él estaba sentado en la silla”, aseguraron.
Fuente: Primicias Ya