La pérdida de valijas no deja de crecer en todo el mundo

La transferencia de equipaje en vuelos con escala es una de las causas. Otras maletas nunca salen a destino.
La ansiedad de llegar al lugar deseado no siempre termina con un final feliz. Cada vez son más los viajeros que, cuando arriban a la cinta para retirar su equipaje, se encuentran con la noticia menos esperada: las valijas giran una y otra vez mientras el nerviosismo se hace cada vez más fuerte.

El aeropuerto comienza a verse desolado, los pasajeros del vuelo se retiran, y uno se pregunta: “¿Por qué desapareció mi valija?”. Las vacaciones programadas con tanta felicidad comienzan a transformarse en angustia y mal humor.

Pero la sensación de bronca no es un caso aislado. Según la Sociedad Internacional de Telecomunicaciones Aeronáuticas (SITA), cada año, 25 millones de personas sufren por este motivo. Es decir, en los aeropuertos de todo el mundo, se pierden 47 valijas por minuto.

Según los sondeos, en la mitad de los casos el equipaje se perdió cuando era transferido, mientras que el 16 por ciento nunca deja el aeropuerto de partida. De las investigaciones se desprende que un etiquetado incorrecto y errores de manipulación son otras de las causas.

Sin embargo, una gran parte de las valijas son regresadas a sus dueños 48 horas después de la desaparición.

“Las maletas no van al mismo ritmo que los pasajeros”, dice Nick Gates, experto en tecnología informática de la empresa SITA, la Sociedad Internacional de Telecomunicaciones Aéreas.

Pero esa no es la única razón por la cual las maletas desaparecen, aún cuando sea temporalmente. Una gran cantidad de éstas llega a su destino, pero se las llevan, por error, otros pasajeros. “El mundo está lleno de maletas negras marca Samsonite”, advierte Gates.

Los expertos aseguran que por cada 1.000 pasajeros transportados se extravía un promedio de 7 maletas. Hace unos ocho años, la tasa era de 18 por cada mil. Pero aún así, la pérdida de equipajes continúa siendo un problema entre los pasajeros, y las aerolíneas trabajan a diario para asistir a sus pasajeros.

Fuente: La Razon