El gran actor visitó Animales Sueltos y, entre otras cosas, se encargó de diferenciar dos de sus personajes más admirados: “Mamá Cora”, de Esperando la carroza, y “La Abuela”, de Susana
Antonio Gasalla es una figurita difícil dentro de la farándula argentina. Carismático, amable, pero un hombre que no suele dar notas largas, sino, más bien, durante alguna alfombra roja, en la calle, o la entrada y salida del teatro.
Pero Alejandro Fantino tuvo la suerte de tenerlo en un “mano a mano” de Animales Sueltos, en esas charlas de amigos que el conductor genera con sus entrevistados.
En ese clima, Gasalla contó, entre otras cosas, detalles de dos de sus personajes más emblemátios, muy parecidos entre sí, pero, según explicó, muy diferentes: “Mamá Cora”, la abuela que compuso para la película Esperando la carroza, y “La Abuela” que durante varios años se sentó en el living de Susana.
“Son diferentes (…), la que hago ahora en el Maipo -e hice quince años con Susana-, en un sketch que eran dos viejitas en un banco de una plaza. No tenían nombre ni apellido, sólo hablaban”. En cambio, “cuando el director, Alejandro Doria, va a hacer Esperando la carroza decide poner a la abuela -esa que está en el cajón todo el velorio- en la vereda de enfrente, mirando desde una terraza. La abuela del filme no es la que yo hago, porque está perdida de la cabeza, no entiende. Y yo, al contrario, la que yo hago camina, no para y habla”.
A su vez, el capocómico manifestó su estima hacia la tercera edad. “Ahí sí quiero tirarle un mensaje a los viejos de que hay que seguir, porque cuando llega la vejez decis: ‘Basta, ¿qué hago caminando por toda la ciudad?’. Hay un querer parar cuando el cuerpo te va a abandonando y cuando el mundo te sorprende menos. El ser humano vive de los impulsos que el mundo te va tirando. Cuando vas teniendo cierta cantidad de años, no te ponés más escéptico pero ya viste demasiadas cosas”.
Fuente: www.diariohoy.net