La DEA (Drug Enforcement Agency) está en las noticias a causa de un escándalo de sexo, prostitutas y narcos. La revista colombiana Semana difundió el informe del inspector general del Departamento de Justicia estadounidense que contiene graves revelaciones sobre los vínculos entre agentes de la DEA y prostitutas de Colombia, cuyos servicio pagaban los narcotraficantes.
“Ese grupo de agentes de la DEA, que se movían entre Cartagena y Barranquilla, comenzaron a comprar lujosos carros y a gastar dinero a chorros. Ellos son policías como nosotros y su sueldo era muy normal. Pero con esas ‘nuevas amistades’ comenzaron a gastar mucho dinero y a hacer grandes orgías con prostitutas y a llevar un ritmo de vida como el de los mafiosos que debíamos perseguir. Conocí a uno de ellos que incluso mandaba a hacer anillos con diamantes en Barranquilla con la marca Rolex”, contó a SEMANA.
BOGOTÁ (Semana). La DEA, la principal agencia antidrogas del mundo, está en medio de una tormenta. La razón es simple. La semana pasada la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia de Estados Unidos (OIG) publicó un extenso informe de 131 páginas con las conclusiones de una investigación sobre acusaciones de acoso sexual y mal comportamiento de integrantes de varias agencias federales estadounidenses, entre ellas el FBI, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) y el U.S. Marshals Service. De los casos expuestos, el más llamativo, y grave, sin duda es el de la DEA, ya que se trata de casos que ocurrieron en Colombia.
Uno de los aspectos interesantes es que el propio Departamento de Justicia de Washington reveló las irregularidades en la agencia antidrogas. No se trata de un asunto de poca monta. El informe afirma, ni más ni menos, que “miembros de la DEA en Colombia participaron en fiestas con prostitutas pagadas por carteles del narcotráfico. Además de las prostitutas, a tres agentes especiales de la DEA, los miembros del cartel les proporcionaron dinero, regalos caros y armas”, dice uno de los apartes del informe. “Al menos diez agentes de la DEA ya han admitido haber participado de dichos encuentros y varios de ellos recibieron suspensiones de dos a diez días como castigo”, afirma otro de los fragmentos del documento del Departamento de Justicia.
El informe causó gran alboroto internacional, especialmente porque revivió el fantasma del escándalo protagonizado hace tres años por miembros del Servicio Secreto que contrataron prostitutas en Cartagena durante la visita del presidente Barack Obama. El documento especifica que los casos investigados de agentes de la DEA ocurrieron entre los años 2005 y 2008. No obstante, en varios apartes, la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia hace énfasis en aclarar que no pudo acceder a mucha de la información de la DEA ya que esta habría sido destruida por los agentes involucrados con la clara intención de obstaculizar las investigaciones.
Si bien se trata de un documento en donde la máxima instancia de la justicia norteamericana realiza un ‘jalón de orejas’ a sus agentes, la realidad es que el informe no contiene los nombres de los involucrados, ni ahonda en detalles sobre los graves hallazgos. De hecho, se queda bastante corto al reflejar lo que realmente ha pasado con algunos de los agentes de la DEA en el país. SEMANA investigó el tema y consultó con agentes activos y retirados de esa agencia, oficiales colombianos que trabajaron con la DEA, y abogados de narcotraficantes, y encontró a varias de las prostitutas que participaron en esas fiestas con los agentes americanos. La conclusión es que lo que ocurrió en el país es mucho más escandaloso de lo que está publicado en el informe.
Relaciones non sanctas
“Acá nunca nadie se va a atrever a contar lo que ha pasado con la DEA en el país. Es prácticamente un suicidio profesional. Si usted pone una queja, o cuenta lo que hacen, simplemente llaman a algún general y en el mejor de los casos lo botan. En el peor de los casos hacen un informe y usted termina embalado en un lío de narcotráfico, que le puede dar hasta para extradición. Ahora todos están impresionados por lo que salió en ese informe del Departamento de Justicia. Pero eso ni siquiera es una muestra pequeña de lo que pasa acá”, dijo a SEMANA un oficial retirado que durante más de una década trabajó con los Special Intelligence Unit, (SIU) por sus siglas en inglés, que son grupos especiales conformados por autoridades colombianas y miembros de la DEA.
El relato de este exoficial, corroborado y confirmado por otros tres, sin duda es escandaloso ya que explica lo que ocurría con miembros de la DEA, especialmente en Cartagena, ciudad en donde están asignados la mayor cantidad de agentes en Colombia después de Bogotá. “Cuando se hacía una operación antidroga y caía un narco o un cargamento, los de la DEA sacaban dinero de la operación para las fiestas. Por lo general era con prostitutas, unas 10 o 15, que se llamaban por teléfono. Es decir, celebrábamos con prostitutas cuando caía un narco”, explicó a SEMANA el exoficial.
Esas fiestas, según su relato, se hacían en los apartamentos alquilados por los miembros de la DEA en La Heroica. “La verdad, yo no vi que narcos pagaran las fiestas. En ocasiones hacíamos la tradicional ‘vaca’. Pero sí había un grupo que logró mucha cercanía con un narcotraficante en especial”, contó. Según él, se trataba de Hernando Gómez Bustamante, alias Rasguño, aquel narco que pasó de ser el empleado de una gasolinera a ser uno de los jefes del poderoso cartel del Norte del Valle. “Hubo un grupo de la DEA que llegó a tener mucha cercanía con él en desarrollo de un frustrado proceso de sometimiento. Los de la DEA se veían con él en Antioquia y otros lugares y de un momento a otro comenzaron a recibir regalos. La relación se volvió íntima entre ellos”, explicó.
“Ese grupo de agentes de la DEA, que se movían entre Cartagena y Barranquilla, comenzaron a comprar lujosos carros y a gastar dinero a chorros. Ellos son policías como nosotros y su sueldo era muy normal. Pero con esas ‘nuevas amistades’ comenzaron a gastar mucho dinero y a hacer grandes orgías con prostitutas y a llevar un ritmo de vida como el de los mafiosos que debíamos perseguir. Conocí a uno de ellos que incluso mandaba a hacer anillos con diamantes en Barranquilla con la marca Rolex”, contó a SEMANA.
Fuente: Urgente24