Enrique Prueger fue designado perito oficial para analizar las huellas de sangre que había en el departamento donde fue encontrado muerto Alberto Nisman, luego de que ayer la fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, se reuniera con el forense y éste aceptara el cargo.
El Ministerio Público Fiscal sufrió ayer un duro revés por parte de la querella que lidera la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, que solicitó el apartamiento de Fein y que la causa quede bajo la órbita de la jueza Fabiana Palmaghini.
Sin embargo, el nombramiento de Prueger habría sido con posterioridad a este pedido.
El objetivo de la intervención de nuevo criminólogo se centra en determinar si Nisman murió arrodillado o sentado, si fue homicidio o suicidio, un punto clave que enfrenta a la investigación oficial y la particular, conocido como el punto 12 del detallado informe que presentó la querella. Para Arroyo Salgado, un sicario mató a Nisman cuando estaba con una rodilla en el suelo junto a la pileta de su baño.
Las condiciones de la muerte es otro punto de las diferencias en la pesquisa. La autopsia oficial determinó que Nisman murió por el disparo de la pistola Bersa calibre 22, y que su cuerpo quedó tal como fue hallado en la fatídica noche del 18 de enero.
Sin embargo, los peritos de la querella, liderados por el forense Osvaldo Raffo, marcaron abismales diferencias. Afirmaron que Nisman no murió de inmediato y agonizó. Además, detallaron que su cuerpo siguió bombeando sangre el tiempo suficiente para manchar gran parte del baño con sangre que después alguien se ocupó de limpiar. Esa misma persona (o personas) habrían tomado del brazo el cuerpo de Nisman para moverlo hasta su posición final, es decir que habría sido modificada la escena del “crimen”.
Las partes intervinientes en el caso deberán aceptar la intervención de Prueger, como también los estudios que debe hacer el especialista para, en base a los rastros de sangre, poder determinar si hubo o no un tercero en el baño donde se encontró el cuerpo de Nisman. También tendrá la tarea de determinar si al momento previo del deceso estaba arrodillado y le dispararon, o bien estaba sentado y se autodisparó.
Si se permiten las operaciones, análisis y tecnicismos, en dos semanas podría existir un resultado que sería parte de las pruebas que aporta el Ministerio Público, en la investigación que aún impulsa.
Ayer, con sustento en una serie de supuestas irregularidades de la fiscal Fein, Arroyo Salgado, solicitó en duros términos que asuma la investigación la jueza Fabiana Palmaghini. Si bien no recusa a la fiscal Fein, destaca presuntas “irregularidades y groseros errores en el proceso en ejecución”.
Entre los fundamentos de Arroyo Salgado, resalta que obtuvo las pruebas más contundentes a través de Palmaghini. La primera de esas pruebas fue la inspección ocular el martes siguiente al hallazgo del cadáver de Nisman donde se descubrieron huellas en cercanías de la cocina.En tanto el allanamiento que se llevó a cabo el lunes pasado en la casa de Diego Lagomarsino fue ordenado por la jueza, luego del pedido de la querella.
Para fuentes cercanas a la investigación, la impronta de Arroyo Salgado se habría sustentado en los fuertes conceptos que vertió la jueza Palmaghini en contra de los modos de la querella y presuntas “estrategias dilatorias”, tal como lo dejó expresado la jueza en varios escritos.
El escrito de la querella fue presentado ante la magistrada que deberá resolver la cuestión. Ante un resultado adverso a su pedido, Arroyo Salgado podrá recurrir y dar intervención a la Cámara del Crimen. Allí tendrá injerencia el fiscal de Cámara, Ricardo Sáenz.
Si la jueza hiciera lugar al pedido podría contrariar la letra de la ley, por lo que los especialistas consultados coinciden en que Palmaghini ratificará la función de Fein, “originaria y constitucional”.
En tanto, cercanos a la magistrada sostuvieron que mantiene permanente contacto con la fiscal y el trabajo hasta el momento se ha llevado a cabo de manera conjunta y con aval mutuo.
“Cada paso de Fein fue consultado a la magistrada, quien además solicitó una serie de medidas probatorias que estarían en curso a cargo del Ministerio fiscal”, explicaron a LPO fuentes cercanas a la jueza.
Especialistas consultados por este medio coinciden en que con este pedido Arroyo Salgado estaría desconociendo los principios que en calidad de magistrada debería respetar, reconocer y defender, al punto de extralimitarse en el pedido. Otros, en cambio, sostienen en que la querella sólo se limita al ejercicio del “derecho de defensa”.
Palmaghini tendría diez días hábiles para resolver el apartamiento o no de Fein, aunque por la trascendencia del caso podría resolverlo de inmediato, deslizan aquellos que trabajan con la magistrada.
lapoliticaonline.com