Islamabad, 16 mar (PL) Miles de cristianos pakistaníes volvieron a salir hoy a las calles para repudiar el ataques de la víspera a dos iglesias de la nororiental ciudad de Lahore, que dejaron 15 muertos y alrededor de 80 heridos.
Las protestas más enérgicas tienen por escenario precisamente a Lahore, en cuyo barrio de Youhanabad -donde viven más de 100 mil cristianos -tuvieron lugar los dos atentados con bombas a sendos templos católicos por parte de militantes suicidas del grupo talibán Jamaat-ul-Ahrar.
En esa urbe, una de las mayores de Pakistán, las manifestaciones en las calles reunieron este lunes a más de seis mil personas, muchas de ellas llegadas de localidades vecinas.
La policía local ha reportado algunos actos violentos como destrucción de vehículos, quema de neumáticos y cortes de carretera, para llamar la atención sobre la frecuencia con que son atacados los cristianos en este país de credo musulmán donde apenas representan el dos por ciento de sus 180 millones de habitantes.
Ayer, tras ofrecer sus condolencias a los familiares de las víctimas y prometerles que se hará justicia, el primer ministro Nawaz Sharif prometió que la guerra al terrorismo continuará hasta liquidar a sus responsables.
Este lunes también se efectuaron manifestaciones contra los atentados a la iglesia en otras importantes ciudades, las mayores de ellas en la de Faisalabad. Ayer, aparte de las de Lahore, las protestas más masivas tuvieron lugar en Karachi (sur), Peshawar (noroeste), Multan y Quetta (suroeste).
Las gobernaciones de todas las provincias del país declararon al lunes día de duelo, mientras el obispo de Pakistán, Sadiq Daniel, expresó su dolor por los hechos y confirmó que todas las escuelas misioneras permanecen cerradas en repulsa al ataque.
Este fue el más grave desde septiembre del 2013, cuando también otros dos suicidas se inmolaron ante sendas iglesias en Peshawar y mataron a 82 personas.