La lucha contra el yihadismo.Combate, en los barrios periféricos deTikrit, contra el Estado Islámico. Busca entrar al centro de la ciudad, en un duro revés contra los terroristas.
El sonido de cohetes y morteros resonaba este jueves en Tikrit, la tierra natal de Saddam Hussein, mientras el ejército iraquí se enfrenta a milicianos del grupo Estado Islámico, luego de lograr entrar a este enclave sunnita al norte de Bagdad, en manos de los yihadistas desde hace meses.
La reconquista de Tikrit está considerada como un paso clave para recuperar terreno de manos del grupo extremista que ahoracontrola un tercio de Siria e Irak.
Si Tikrit es completamente liberada, esto dará ánimos a las fuerzas iraquíes para arrebatarles a los yihadistas la «Joya de la corona»: la ciudad de Mosul.
Tropas iraquíes y milicianos shiítas lograron entrar el miércoles en Tikrit desde el norte y el sur. Estaba previsto que las tropas iniciaran la segunda fase de su ofensiva en las próximas horas, indicó el jueves a Associated Press un mando de la operación militar, en un intento de llegar al centro de la ciudad.
Los insurgentes estaban intentando frenar a las fuerzas de seguridad confrancotiradores, coches bomba, armamento pesado y morteros, añadió el responsable, que habló bajo condición de anonimato al no estar autorizado a informar a los medios.
Tikrit, la capital de la provincia de Saladino, está ubicada a orillas del río Tigris a unos 30 kilómetros (80 millas) al norte de Bagdad. Varios de los palacios de Saddam siguen en pie en la ciudad, y se cree que partidarios del fallecido dictador jugaron un papel clave en su conquista por parte de Estado Islámico en junio del año pasado.
El ministro iraquí de Defensa, Jaled al-Obeidi, dijo que esperaba que las fuerzas de seguridad llegasen al centro de Tikrit en tres o cuatro días. La operación para recuperar la ciudad es «esencial para abrir un corredor de seguridad para que las fuerzas iraquíes se muevan al sur a Mosul», explicó refiriéndose a la segunda ciudad del país y el mayor bastión de los extremistas.
El ministro describió la operación como «100% iraquí, desde el aire y por tierra».
Responsables militares dijeron que están avanzando con cautela en un esfuerzo por limitar los daños sobre la infraestructura de la ciudad, para que los residentes puedan regresar rápido.
El papel público de las tropas iraníes y la importante presencia de milicias shiítas en la campaña han provocado temores de una posible limpieza étnica sobre Tikrit, una ciudad mayoritariamente suní, cuando las tropas del gobierno tomen el control.
Estados Unidos dijo que su coalición de aliados, que lleva a cabo ataques aéreos contra los extremistas, no participa en la ofensiva. El primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, ha pedido más ayuda para las mermadas fuerzas de tierra de su país, aunque Estados Unidos gastó miles de millones de dólares entrenando y equipando el ejército local durante su ocupación de ocho años.
(Fuentes: agencias)