Un niño de dos años escapó de una guardería en pleno centro de Córdoba

Cruzaba una calle solo cuando fue descubierto; se había escapado de una guardería

CÓRDOBA.- Bajo el sol del mediodía cordobés, a las 12, en pleno barrio de Nueva Córdoba, un niño de unos dos años cruzaba Obispo Oro, una calle de mucho tránsito, hacia el boulevard Chacabuco. Estaba solo.

A Micaela Antonicelli le llamó la atención y pensó que se había soltado de la mano de otra mujer que iba en sentido contrario. Pero no era de ella. Las dos decidieron alzarlo y llevarlo hasta una clínica pediátrica que está a pocos metros. Pensaron, con cierta lógica, que podía haber «escapado» de la guardia.

Como la otra mujer debía seguir camino, Micaela y el custodio de la clínica mostraron al nene en la guardia. Sus papás no estaban. El chico no lloraba ni estaba nervioso. En ese momento, Micaela -quien trabaja en la Agencia Córdoba Cultura, en la zona- recordó que hay una guardería en la esquina. El custodio se quedó con el nene en la calle, por si alguna mamá desesperada aparecía buscándolo, y ella fue al jardincito.

«La puerta de Girasoles estaba abierta de par en par -dice Micaela a LA NACION-. Interrumpo a una chica que conversaba con un muchacho y le pregunto si no se les fue un nene. Me responde que cree que no, pero me acompaña hasta donde estaba el bebé y cuando lo ve se lo saca al custodio de los brazos y se vuelve a la guardería».

Micaela hizo la denuncia telefónica a la Secretaría de la Niñez y después volvió a Girasoles, donde esperó a que le abrieran durante 15 minutos. Le explicaron que los padres del chico estaban conociendo el lugar y que en un descuido se había ido, pero que la directora había salido y no podía conversar con ella. Le dieron el número de teléfono para que se comunicara más tarde.

La versión no cerraba: el niño llevaba la remera verde de la guardería.

«Varios papás me buscaron con sus chicos para que viera si eran ellos al que había encontrado -cuenta-. Ninguno era el bebé que cruzaba la calle. Después en la guardería dijeron que no era alumno de ellos, pero cerró y nadie atiende el teléfono».

Fuente: La Nación