Roger Federer, vigente campeón del Open de australia, se encontró con el partido más fácil hasta el momento, en el duelo suizo ante Stanislas Wawrinka (6-1, 6-3 y 6-3) que le aseguró, por séptimo año consecutivo, su presencia en las semifinales del Abierto de Australia.
Wawrinka fue el enemigo más frágil que el número dos del mundo ha tenido en su trayectoria en el torneo y nunca se creyó con opciones de superar a Federer. Su resistencia fue menor que la del español Tommy Robredo y, sobre todo, que la del francés Gilles Simon. Solventó la eventualidad en una hora y cuarenta y siente minutos
Necesitaba Federer un choque de trámite después de los sobresaltos que ha padecido en la primera semana. Lo encontró ante un adversario resignado a su condición de número dos de Suiza, a las sombras del relumbrón que genera permanentemente su paisano. Desperdició la Wawrinka la ocasión de deshacerse del complejo. Solo ha podido una de las siete veces que ha jugado con el vigente campeón. Fue en tierra hace dos años.
Djokovic, rival
El serbio Novak Djokovic, tercer favorito, será su rival en las semifinales. El sebio ha superado al checo Tomas Berdych, impresionado por el escenario y el rival, que cayó por 6-1, 7-6(5) y 6-1 en hora y media. El campeón de 2008 transita con paso firme por el primer Grand Slam del curso. Tras ser arrollado en el primer parcial por el tenista serbio, Berdych se situó con 4-1 en el segundo. Bajó su nivel y Djokovic, que requirió a su equipo un colirio para paliar unos problemas de visión, acentuó la presión para enmendar la pérdida de su saque y reconducir el partido hasta el final
«Nadal tiene un reto muy bonito aquí»
Tras su victoria Federer ha rechazado plantearse ya una eventual final contra el español Rafa Nadal, del que entiende la «gran motivación» en Melburne porque afronta un «reto particular muy especial». Aún quedan las semifinales y el helvético no quiere confianzas: «No sé cual son las expectativas pero creo que hay muchos jugadores que están jugado bien, como ya he dicho. Es normal que Rafa siga a lo grande porque va a por algo en particular, muy especial. No miro a una final con él aún».
Federer desveló que la primera impresión que se llevó de Nadal fue «en el torneo de Miami cuando le vi jugar. Jugué contra él. Era muy bueno ya. Y perdí. Un adolescente que puede vencer a un número uno del mundo, obviamente, va a ser un futuro campeón. Aunque era solo un partido, ya se veía lo que iba a ser», añadió Federer, que destacó la buena relación que mantienen ambos. «Siempre ha sido muy respetuoso. Desde el principio me ha contemplado con respeto. Así era al principio. Respeto mutuo. Después hemos estado más tiempo juntos y hemos jugado en más ocasiones», describió Federer, que se mostró feliz por la claridad de su victoria ante Wawrinka.
Fuente: elmundodeportivo.es