Quito, 10 mar (PL) El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó hoy de grotesca la orden ejecutiva del mandatario Barack Obama que considera a Venezuela una amenaza para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos.
En su segundo pronunciamiento sobre el tema en menos de 12 horas, Correa recalcó que la medida anunciada ayer por la Casa Blanca constituye un claro intento de desestabilización contra el país suramericano.
«Orden Ejecutiva de Obama: Grotesca. Sólo faltó que «sancione» a los votantes. Claro y absolutamente ilegal intento de desestabilización», escribió el mandatario ecuatoriano en su cuenta de Twitter.
Anoche, Correa opinó a través de esa red social, en la cual tiene más de dos millones de seguidores, que la decisión de Obama de establecer el estado de emergencia nacional para enfrentar la amenaza venezolana «debe ser una broma de mal gusto».
De acuerdo con el líder ecuatoriano, acciones como esas le recuerdan las horas más oscuras de América Latina, cuando recibíamos, dijo, invasiones y dictaduras impuestas por el imperialismo.
¿Entenderán que Latinoamérica ya cambió?, se preguntó Correa en Twitter, minutos antes de que la cancillería local emitiera un comunicado en el cual expresó su más profundo rechazo a la orden ejecutiva de Obama, que busca además sancionar a varios funcionarios del gobierno venezolano.
Tras advertir que esas medidas constituyen un ataque contra la soberanía de esa nación suramericana, Ecuador consideró especialmente negativo que Estados Unidos hiciera el anuncio apenas 48 horas después de la visita a Caracas de una misión de la Unión de Naciones Suramericanas, que busca mediar en el conflicto interno que atiza la oposición oposición venezolana con apoyo estadounidense.
Lejos de contribuir a apaciguar a la sociedad y favorecer un clima de distensión, las medidas unilaterales de sanción ajenas al derecho internacional atentan contra los esfuerzos en pos del diálogo y pretenden alterar la institucionalidad del Estado venezolano de forma antidemocrática, advirtió el texto de la cancillería ecuatoriana.