Apple se subió oficialmente a la movida de los relojes inteligentes el 9 de septiembre último, cuando anunció su Watch. Ayer, la compañía abundó en detalles y le puso precio y fecha de lanzamiento. El reloj de Apple podrá adquirirse a partir del 24 de abril en su país de origen, Estados Unidos, y en Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Hong Kong, Japón e Inglaterra. Fuentes cercanas a Apple dijeron a LA NACION que la Argentina estaría sólo en la tercera tanda de países que recibirán oficialmente el Watch, incluso después de Brasil y México, que figuran en la segunda tanda.
El reloj de Apple fue presentado en el marco del evento Spring Forward («salto adelante», en español), junto con nuevas MacBook y la versión 8.2 del sistema operativo iOS -el que usan los dispositivos móviles de la compañía-, que desde ayer quedó disponible para los usuarios. También se anunció la llegada del servicio de streaming (transmisión por Internet) de HBO al Apple TV (cuyo precio bajó ayer a 69 dólares en Estados Unidos) y al iPhone y iPad por medio de apps. Todo, desde abril.
En hora
Pero la estrella fue, por la novedad y los seis meses que los fans de la marca llevaban esperando, el Watch, primer reloj inteligente de Apple y también el primer producto de la compañía desde 1998 que no lleva el emblemático prefijo «i» al principio.
Por lo que se vio ayer, el dispositivo, que viene a sumarse algo tardíamente al ya amplio espectro de smartwatches del mercado, hace honor al preciosismo, diseño excepcional e integración con apps y servicios que caracterizan a Apple. Fabricado en aluminio, acero inoxidable u oro de 18 kilates, con cristal de zafiro y dos tamaños de pantalla (38 y 42 mm), se carga mediante un conector magnético y permitirá leer y escribir mails, usar el asistente por voz Siri, responder llamadas, usar el servicio de pagos Pay y, obviamente, una vasto menú de aplicaciones de monitoreo de la actividad física y la salud. En este sentido, Apple también anunció ayer un conjunto de recursos de código fuente abierto, llamado ResearchyKit, para crear apps médicas.
Como los relojes analógicos, el Watch cuenta con una corona, aunque se la emplea de un modo muy diferente. Sirve para volver al menú principal y hacer zoom hacia las apps instaladas, así como para alternar entre el dial de la hora y las apps. Viene además con un botón para acceder a los contactos. La pantalla es sensible a los toques y a la presión.
Aparte de la integración con apps, el nuevo integrante de la familia Apple funciona mejor con otros relojes de su clase. Así, permite enviar mensajes de voz y dibujos a otros Watch. Requiere como mínimo un iPhone 5 con iOS 8 o superior.
La duración de la batería del Watch fue uno de los datos que defraudaron: 18 horas con un uso normal; existen equipos con una autonomía mucho mayor. También quedó flotando la duda de si realmente hace falta un reloj inteligente cuando ya llevamos una pantalla más grande y cómoda en el bolsillo, una disyuntiva que afecta a todos los smartwatches excepto aquellos que no dependen de un teléfono.
La versión del Watch en oro arrancará en los 10.000 dólares, mientras que la versión Sport de 38 milímetros, en aluminio anodizado, costará 349 dólares.
Fuente: La Nacion