No había signos de violencia en el inmueble de San Pedrito al 200; le pegaron en la cara y la estrangularon con un pañuelo; le habrían robado $ 2000 y dos celulares; aún no hay detenidos
nguna de las entradas del departamento había sido forzada. Dentro del inmueble nada aparecía fuera de lugar. Todo estaba en orden y los únicos ruidos venían desde la calle a través del pulmón de manzana. Pero esa armonía que dominaba la mayoría de los ambientes se rompió cuando al llegar a la habitación los efectivos de la comisaría 38a. de la Policía Federal encontraron el cuerpo de una mujer con las manos atadas hacia adelante, un pañuelo de seda en el cuello y marcas de golpes en el rostro.
Según informaron fuentes policiales, el cuerpo correspondía a una mujer de 20 años y nacionalidad paraguaya, que habría sido identificada como Emilia Beatriz Acosta. Los peritos que revisaron el cadáver determinaron que la causa de la muerte habría sido asfixia por estrangulamiento. Antes, el asesino la golpeó hasta dejarla sin conocimiento y luego la estranguló.
El cuerpo fue hallado anteanoche por el novio de la joven, un albañil de nacionalidad boliviana, que habría sido identificado como Frank Mamani. Al encontrar el cadáver de su novia, el hombre llamó al número de emergencias 911. Según el novio de la víctima, en el llavero de la mujer, encontrado en el piso del departamento de San Pedrito 256, entre José Bonifacio y Juan Bautista Alberdi, faltaba la llave de la puerta de ingreso del edificio.
Fuentes policiales indicaron que el novio de la víctima relató que había salido del inmueble por la mañana y había regresado minutos después de las 20. Cuando entró en el dormitorio, se topó con el cuerpo de su novia. Si bien no había desorden en el departamento que fundara la presunción de un robo, el hombre manifestó que faltaban $ 2000 y dos teléfonos celulares.
Debido a que no había signos de violencia en la puerta de ingreso del departamento o en alguna ventana, los investigadores abonaron la sospecha de que el asesino conocía a la víctima. La policía no descartaba tampoco la posibilidad de que el homicida hubiera sorprendido a la víctima cuando llegaba al edificio, obligándola a subir al departamento.
A partir del análisis de la escena del crimen, los detectives de la Policía Federal establecieron que el asesino no habría planificado el homicidio y recurrió a los objetos que tenía al alcance de la mano para concretar el asesinato. Primero el ató las manos con el cable de un cargador de celular, luego la golpeó en el rostro para minar la resistencia de la víctima y por último la estranguló con un gran pañuelo de seda.
Al cierre de esta edición los investigadores revisaban las cámaras de seguridad del edificio con el objetivo de establecer si la víctima entró con un ladrón o si el asesino ingresó solo.
Con respecto al novio de Emilia, se determinó que salió del edificio después de las 9 y regresó a las 20. El hombre recordó que durante la tarde habría intercambiado algunos mensajes de texto con la víctima. A este detalle que indica que la mujer estaba con vida a la tarde, los investigadores sumaron las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de un comercio cercano que registraron a la joven cuando fue a hacer compras a las 17.30.
El médico que llegó en la ambulancia y revisó a la joven confirmó que la muerte de Emilia se produjo unas horas antes del hallazgo del cadáver.
Una vecina que vive ocho pisos más arriba que el de la escena del crimen relató que no había escuchado ningún grito o pelea y confirmó que el edificio contaba con cámaras de seguridad.
«Las cámaras graban todo el tiempo», precisó el portero del edificio, que dijo que se enteró de lo ocurrido a través de una vecina.
El encargado aclaró que él no veía nunca a la víctima, excepto por las mañanas, cuando cruzaban algún saludo.
Hasta anoche, la policía no había apresado a ningún sospechoso por el homicidio. Los investigadores esperaban los resultados de los análisis de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del edificio y de otros locales de la zona. Una de las posibilidades que analizaban los detectives era que con las cámaras se hubiera podido seguir el recorrido de Emilia desde que salió del supermercado hasta que llegó a su departamento y observar si alguien la seguía.
La investigación del asesinato quedó a cargo del personal de la División Homicidios de la Policía Federal. Los peritos policiales secuestraron el cable del cargador de celular y el pañuelo, entre otros objetos, para tratar de encontrar las posibles huellas del asesino..
Fuente: La NAción