La columna de Manu Ginóbili: Hay que empezar de cero

La verdad es que no fue un rodeo satisfactorio. No fue nefasto, pero no pintaba bien. No jugamos al nivel esperado, perdimos un par de partidos sobre el final que no debíamos haber perdido, como contra Toronto o Utah , pero bueno… pasó. Después se jugó mal, como contra Portland y Utah, así que había un poco de preocupación, pero terminamos maquillando esta gira ganando ese último back to back que era muy necesario. Así que bueno terminó 4-5, no recuerdo haber tenido un rodeo perdedor, pero podría haber sido peor, porque estábamos 2-5 y terminó aceptable. No me gustaba cómo estábamos jugando, trabados, faltos de confianza, de ánimo. Pero en los dos últimos juegos, en la última parte con Sacramento y el partido entero con Phoenix pareció cambiar la cosa. Así que nos terminó dejando una pequeña sensación de optimismo por cómo fue el final del rodeo. Porque la verdad que fue muy duro, los últimos 12 días se hicieron interminables. Incluso, fue tan largo todo que cuando me fui de casa Luca no caminaba y ahora ya lo hace.

Cuando dije que no éramos un equipo de playoff es algo que sentía, tuvimos varias reuniones con mis compañeros y se habló todo. Estábamos muy mal, muy pasivos y eso en una Conferencia tan dura como la nuestra tranquilamente te deja afuera. Era lo que pensaba, no había un mensaje subliminal ni nada, es simplemente lo que pensaba. Esto no quiere decir que porque ganamos el último partido ahora sí tenemos solucionados nuestros problemas, pero sí hemos dado un paso en la dirección correcta. Pero claro, hay que demostrarlo con algunos partidos más.

Es posible que estemos un poco más débiles o más sensibles en nuestro ánimo. Algunas derrotas, las inesperadas, nos pegan más de lo habitual. Es que, después de un partido que consideramos que podríamos haber ganado y se nos escapa por un rebote o por un tiro malo, bajamos la cabeza más rápido que otras veces. Así y todo, creo que, después de las derrotas con Golden State y Clippers, no nos caímos tanto, pero sí nos pegó duro la derrota con Utah, jugamos muy mal. Así que intentamos levantar la cabeza contra Portland, pero no nos salió nada. Es como que tocamos un poquito el fondo. Y cuando eso pasa, es como que uno se empuja contra el piso para salir. No creo que tuvimos nada mágico ni nada estratégico para salir adelante. Simplemente es que nos vimos realmente complicados y sacamos de adentro algo bueno.

Todos los partidos enfrentamos a jugadores con más porte físico, más atléticos, más jóvenes, con mucha hambre porque le quieren ganar al campeón. Eso complica más las cosas, así y todo tuvimos como una especie de golpe de suerte, porque entre los cambios que tuvieron que hacer los Suns, la lesión de Anthony Davis en los Pelicans, y la baja de Durant en Oklahoma City, hizo que a pesar del mal momento no peligrase tanto el séptimo lugar. Eso nos dejó un poco de aire. Porque es verdad que nosotros también tuvimos lesiones, pero recuperamos a todos y seguimos sin estar en nuestro mejor nivel. Ahora tenemos una buena chance, después de tantos días afuera y de tantos kilómetros, de mejorar, porque tenemos 15 días seguidos en casa y eso es bueno para nosotros.

La verdad es que espero que ahora el equipo definitivamente saque todo lo que tiene adentro. Hasta ahora no dimos esas señales concretas de poder hacerlo. Un partido y medio no es prueba suficiente. Porque no es cuestión de prender y apagar cuando se acercan los playoffs, pero sí seguimos sintiendo que tenemos chances de luchar en esas instancias. Creo que sólo un par de veces me tocó vivir una situación así tan irregular. Recuerdo un año en el que fuimos séptimos y después seis. Por eso también es algo atípico que debemos saber afrontar.

Lo que no tenemos que permitir es seguir pensando en el fantasma de tener que repetir o seguir igual que el año pasado, porque se llegó a un nivel de juego superlativo al que quizá no vamos a llegar nunca más. Pero sí creemos que podemos hacerlo mejor que ahora y acercarnos a ese nivel. Pero si esperamos ganar todos los partidos jugando de esta manera, no va a pasar y nos vamos a frustrar. Tenemos que estar pensando que hay que remarla para ganar. Ésa creo que es la manera de afrontar los juegos. Tenemos que olvidarnos lo que pasó el año pasado. Hay que empezar de cero. Hay que jugar con humildad, sabiendo que todo nos cuesta, que todos son más jóvenes que nosotros, todos más atléticos y hasta, en algunos casos, de más talento, también. Hay que ir a pelearla.

Yo me estoy sintiendo bien. Es verdad que no jugué en mi mejor nivel en esta gira, creo que tuve algunos partidos buenos nada más, pero fue como el resto del equipo, no fui pésimo, pero tampoco lo hice muy bien. La verdad es que era difícil encontrar a alguien que haya hecho un buen partido. Estábamos en un mar de mediocridad general. Creo que Tim la rompió ante Clippers, pero después desde Tony hasta el último suplente nadie se destacó. Y definitivamente necesitamos más jugadores jugando bien si queremos prendernos arriba. Todavía siento que no le damos el valor a cada posesión. No estamos como en los playoffs del año pasado en los que sentíamos que cada posesión era de vida o muerte, no sentimos esa necesidad y todo nos cuesta mucho más.

Estuvimos hablando mucho en la última parte de la gira con Tim y con Tony, en realidad con todo el equipo, y entendimos que tenemos que jugar mejor todos y en especial nosotros tres. Eso puede ser de ayuda para levantar. Pero sentimos también que todo el equipo debe concentrarse en eso. Esperamos que después de este partido y medio en el que mostramos buenas cosas, empecemos a jugar más sueltos, sin la mochila en la espalda de querer ser los mismos del año pasado…

Fuente: Canchallena