En su discursó de inauguración del año judicial, pidió «madurez» entre los poderes del Estado. Dijo que hay que dejar de lado «las peleas»
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, inaugura el año judicial con un acto que ha generado expectación por las críticas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional.
«Hay que respetar las instituciones, el Poder Judicial, el Congreso y la institución presidencial», dijo el presidente de la Corte.
Lorenzetti pidió, por ejemplo, que los jueces cuenten con “policía científica con capacidades técnicas adecuadas”. “Si no se investiga cómo se va a hacer para encontrar a los culpables”, se quejó.
Lorenzetti, que es el único orador en la ceremonia que encabeza con los otros jueces de la Corte en el Palacio de Tribunales, afirmó además que “no hay nadie demasiado poderoso cuando nos guía la idea de Justicia”.
Sobre la AMIA, recordó que la justicia emitió una sentencia que fue consentida por las partes condenando a Hezbolá, y pidió colaboración del Poder Ejecutivo.
“Las víctimas no esperan que nos echemos la culpa los unos a los otros. La gente espera reacciones más maduras” , aseguró, respondiendo sutilmente a las duras críticas de presidencia.
“Estamos para la gente que clama justicia. Podemos tener muchas diferencias, pero en esto, donde hay personas clamando justicia, qué tipo de diferencias son las que nos separan. Tenemos que ser más adultos en esto y ponernos a trabajar”.
Debemos preservar la democracia. Es demasiado importante para dejarla en manos del odio. Esto es lo que ocurrió en el pasado
Lorenzetti, aseguró también que los «jueces no gobiernan, deben poner límites» y «no ceder a las presiones», al tiempo que criticó que se critiquen las sentencias «deslegitimando» al magistrado.
«Es bueno que las sentencias sean criticadas, por parte de funcionarios, ciudadanos o periodistas, eso enriquece. Pero muchas veces no criticamos el argumento, sino que deslegitimamos al emisor, diciendo que el juez no es independiente, que responde a tal o cual. Eso no es bueno en el debate democrático», sentenció.
En su discurso en la apertura del Año Judicial, el titular de la Corte remarcó que «un juez nunca va a ser popular» porque los magistrados «deben seguir una línea imparcial, no buscando la aprobación de las mayorías momentáneas».