Maduro dijo que con la rebelión del «caracazo» nació la revolución bolivariana y llamó a recordarla

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, enfatizó que hace 26 años, cuando se produjo la rebelión popular y la brutal represión tras las medidas neoliberales dispuestas por el ex presidente Carlos Andrés Pérez, exigidas por el FMI, «nació la Revolución Bolivariana».
«Ese fue el inicio de la Revolución Bolivariana, para salir del maltrato, del saqueo, de la neocolonia, de la falsa República y la falsa democracia», dijo el mandatario al comunicarse con el gobernador del estado Aragua, Tareck El Aissami.

Agregó que «Venezuela empezó el siglo XXI hace 26 años con la rebelión popular del 27 y 28 de febrero de 1989» y convocó para mañana a una concentración para recordar ese acontecimiento que dejó una cantidad nunca precisada de muertos, que van de 300 a 3.000 según distintas fuentes.

En 2007 una comisión investigadora especial dispuesta por el entonces presidente Hugo Chávez indemnizó a familiares de 596 víctimas de aquellos luctuosos acontecimientos.

«El sábado yo los invito a la gran marcha antiimperialista del pueblo de Venezuela aquí en Caracas, haré importantes anuncios en esa marcha», reveló.

El presidente Maduro sostuvo, además, que los venezolanos de entonces fueron los primeros que dijeron no al intento de convertir el país en una colonia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que rechazaron el capitalismo salvaje y el neoliberalismo. «Fue el pueblo el que dio la primera clarinada de esperanza y vida», enfatizó, citado por la agencia AVN.

Maduro reiteró que un manifiesto firmado por los encarcelados dirigentes opositores Antonio Ledezma y Leopoldo López y la ex diputada María Corina Machado, llamando a un gobierno de «transición», buscaba eliminar la Constitución.

Además, advirtió que no permitirá que los partidos opositores se dediquen a conspirar contra el gobierno, acaparando los bienes de consumo, promoviendo una guerra económica, y después pretendan participar en elecciones.

En un acto público, el mandatario manifestó que en Venezuela a los acusados de participar en golpes de Estado les son respetados los derechos humanos, e insistió en que no aceptará que grupos de oposición se sumen a un complot, llamen a la «lucha armada contra el gobierno y a la vez quieran participar en elecciones».

Maduro presentó algunos audios de conversaciones de dirigentes de oposición a los que acusó de haberse sumado a un intento golpista que dijo haber derrotado hace dos semanas y afirmó que el manifiesto de Ledezma, López y Machado era la «mecha» para desatar el intento golpista.

Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, fue encarcelado y acusado de conspiración.

Hoy también acusó a medios televisivos venezolanos de esta involucrados en el plan golpista.

«Estuve viendo hoy los noticieros de los medios de comunicación de la burguesía, están todos metidos en el plan del golpe, así lo creo, el tipo de tratamiento que le dieron a los asuntos del país fue una manipulación total, abierta y descarada», dijo Maduro.

Por su parte, el dirigente opositor Henrique Capriles, pidió al presidente saliente de Uruguay, José Mujica, como titular pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que ese organismo, que realizará próximamente una reunión extraordinaria de cancilleres para analizar la situación venezolana, frene lo que calificó de política de «opresión» del gobierno de Venezuela y actúe para que los comicios legislativos de este año se hagan de forma adecuada.

El político también acusó al oficialismo de amenazar a empresarios, medios de comunicación nacionales y extranjeros y a dirigentes políticos de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Cuando se produjo el Caracazo en 1989, Carlos Andrés Pérez recién había asumido la presidencia pero el país ya vivía desde 1983 una devaluación del bolivar del 13.000 por ciento, y el 63 por ciento de la población estaba bajo la línea de la pobreza y un 47,5 por ciento de extrema pobreza, en una de las naciones más ricas, entonces con la quinta reserva mundial de hidrocarburos, según recordó hoy la televisora regional Telesur.

La inflación del 89 fue del 81 por ciento y, en ese marco, el mandatario subió un 100 por ciento el precio de los combustibles, entre 30 y 50 por ciento el transporte público, y dispuso fuertes subas de la luz, el gas, teléfonos y el agua, como exigía el FMI para otorgar un préstamo de 4.500 millones de dólares, todo lo cual produjo, además, grandes aumentos del precio de los alimentos.

La explosiva situación detonó una espontánea revuelta popular, los sectores más pobres bajaron de los cerros próximos a Caracas y otros estados y se desataron saqueos en supermercados, reprimidos a balazos por la policía y el ejército.

El fracasado levantamiento militar del entonces teniente coronel Hugo Chávez, el 4 de febrero de 1992, estuvo estrechamente vinculado a las consecuencias de los sucesos del 89 y la crisis política y social que generó.
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