Según un informe realizado por Velours Groupe Argentina, se produce una “entradera” por día. El documento destaca que “en las entraderas, que antes se realizaban mediante hurtos, ahora se observa el aumento del uso de armas de fuego; y que esas armas que antes no se disparaban, ahora se disparan”.
Desde el año 2011, los asaltos con la modalidad conocida como “entradera” lideran el ranking de los delitos, mientras disminuyeron las “salideras” en el mismo período.
Según un informe realizado por Velours Groupe Argentina, se produce una “entradera” por día, y si bien este tipo de delito data de años, lo que ha cambiado en el último tiempo es la violencia con la que se cometen.
Luego de la crisis de 2001, los delincuentes comenzaron a realizar “salideras”, es decir, robar dinero a la salida de los bancos; sin embargo, con la introducción de nuevas normas de seguridad bancarias a partir de la sanción de la Ley 26.637, en 2011, la incidencia de esa modalidad delictiva descendió en forma sensible.
Una de esas normas obligó a los bancos a colocar mamparas en las cajas para que los clientes no puedan ser observados en el momento en el que realizan operaciones, especialmente en el caso de las extracciones de dinero.
“La frecuencia con la cual ocurren dichas violaciones a la propiedad no es novedad y en los últimos años se ha dado cuenta de un aumento exponencial de esta actividad criminal a la que se ha agregado la violencia. Con la reducción de las salideras se produjo un aumento de las entraderas”, se remarca en el informe.
El documento agrega que “en las entraderas, que antes se realizaban mediante hurtos, ahora se observa el aumento del uso de armas de fuego; y que esas armas que antes no se disparaban, ahora se disparan”.
Este tipo de delitos no suele llevarse a cabo de forma individual, sino que la “entradera” es realizada por bandas formadas que hacen un relevamiento previo y que actúan de forma violenta.
Para elaborar el reciente informe, Velours Groupe Argentina, que es una organización formada por expertos en seguridad y en el manejo de riesgos, analizó datos recopilados por la Procuración General sobre las IPP (Investigaciones Penales Preparatorias) iniciadas en la provincia de Buenos Aires.
Del análisis de los datos recolectados, se desprende que “el robo con arma es la categoría que más ha crecido durante los últimos años”.
En el informe se indica que los delincuentes que fomentan el crecimiento de esta modalidad delictiva “son, generalmente, jóvenes bajo el efecto de la droga y el alcohol, en estado de desesperación”.
“Si bien antes la edad promedio de los ladrones era de entre 40 y 45 años, hoy los criminales son más jóvenes y generalmente utilizan motos o autos al momento del crimen y están armados”, se señala.
De las IPP, según se destaca en el trabajo, se observa que el delito de “entradera” no reconoce status ni edad, sino que la víctima generalmente es elegida al azar por los delincuentes, quienes, adentro de un auto, esperan el momento en que el propietario se retire o regrese a su casa.
Por lo general, este tipo de delitos se lleva a cabo en la primera hora de la mañana o al anochecer y sobre todo, en casas que tienen menor seguridad y un acceso más fácil que los edificios.
Finalmente, la “entradera” no escapa a lo que pasa en otros países del mundo: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su Informe sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos, estableció que “además de la criminalidad y la violencia que afecta al derecho a la vida y a la integridad física de las personas, en la mayoría de los países del hemisferio se han incrementado de forma constante los delitos contra la propiedad”.
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