Aseguró que es parte de una «ensalada» para presionar a funcionarios del Gobierno.
Ante su dudosa actuación el día de la muerte de Alberto Nisman, y al no poder explicar sus primeras definiciones sobre el robo a la casa de Sergio Massa -cuando el propio acusado admitió ser un espía del Gobierno-, Sergio Berni se hizo una «ensalada» y vinculó todo (sumando a la nueva jugada de los fondos buitre) como una «fuerte embestida» contra el Gobierno.
El secretario de Seguridad sostuvo que las escuchas telefónicas sobre el prefecto que robó la casa de Massa en 2013, Alcides Díaz Gorgoño, que reconoció el hecho y dijo ser agente de inteligencia, se hicieron públicas «en un momento de fuerte embestida contra funcionarios del Gobierno por el momento que está viviendo en el país».
Y sugirió que parece «totalmente guionado» el diálogo desde la cárcel entre el detenido y su mujer, en el que le dice además que el organismo en donde él trabajaba pasará a ser parte de la nueva Agencia Federal de Inteligencia.
Berni insistió en que el prefecto nunca actuó bajo la estructura del Servicio de Inteligencia, como ya lo había hecho el Ministerio de Seguridad con un comunicado. «El señor Díaz Gorgoño nunca perteneció a la dirección de Inteligencia Criminal. El resto son todos dimes y diretes», aseguró el funcionario.
En declaraciones a radio Del Plata, Berni sostuvo que todo forma parte de «una ensalada que están intentando generar para presionar» al Gobierno, y aseguró que no cree que la denuncia de Massa «sea algo que no tenga que ver con todo lo que está ocurriendo».
Ayer el líder del Frente Renovador habló tras conocerse las escuchas de Díaz Gorgoño. El tigrense recibió a la prensa junto a su mujer Malena Galmarini y expresó su sensación de frustración. Lo que queda «es una idea de impunidad», manifestó.
«A nadie le gusta saber que desde una cárcel se amenaza a la familia», sostuvo Massa y aseguró que peleará por las «responsabilidades políticas» del hecho.
«Atacan porque estoy bien en las encuestas»
Sobre su enriquecimiento, denunciado ayer por los fondos buitre, Berni ensayó un discurso similar al de Florencio Randazzo, quien sostuvo que es un ataque por ser un candidato presidencial del Gobierno. Los buitres incluyeron en su presentación al ex secretario Guillermo Moreno y al ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, y a otros diez funcionarios más.
La agencia que hace lobby por los holdouts, la American Task Force Argentina(ATFA) brindó una conferencia de prensa telefónica, de la que participó LPO, en donde denunció el aumento “inexplicable” de la riqueza declarada de estos altos funcionarios.
«Es una estupidez más grande que una casa. No tengo nada que esconder. Pasa que como las encuestas para gobernador de la Provincia de Buenos Aires me dan bien, dicen cualquier cosa», sugirió Berni.
Luego señaló que la información que difundieron los fondos especulativos «es documentación que yo he declarado». «Soy un ciudadano que se rompió el alma para ganar lo que ganó», apuntó, y atribuyó sus ganancias a los «emprendimientos turísticos» que desarrolló en Santa Cruz y que hoy «está cosechando sus frutos».
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