El gobierno porteño aumenta el control para evitar la sustracción de piezas de bronce y plata
Piezas de bronce y plata. Ése es el botín por el que el cementerio de la Chacarita, en la Capital Federal, se volvió otro blanco de la inseguridad. A raíz de varias denuncias por falta de piezas en las bóvedas, el gobierno porteño decidió instalar un cordón metálico con alambre de púa sobre el paredón que separa el predio de la calle Guzmán.
Además, la Dirección de Cementerios decidió intensificar el control vehicular del predio en el egreso del cementerio; tres efectivos de la seguridad privada del lugar revisan los baúles de los automóviles para intentar prevenir el robo de los objetos de valor que hay en bóvedas y nichos. En cuanto a las cámaras de seguridad, el cementerio sólo cuenta con ellas en la zona de las oficinas administrativas.
Eduardo Somoza, director general de Cementerios, explicó a La Nacion: «En el barrio de Chacarita tenemos una situación de inseguridad que no escapa a la realidad de todo el país. El cementerio está en una zona de gran arboleda, oscura, y por eso decidimos poner el cordón de alambre; el predio es de 100 hectáreas, sin iluminación, y de noche es difícil controlar toda el área».
El movimiento dentro del lugar es realmente bajo en enero, a raíz de las altas temperaturas; en una recorrida que realizó La Nacion se advirtieron tanto la falta de piezas de valor como destrozos en bóvedas y tumbas, y un gran descuido en general. Sólo dos cuidadores por turno recorren el predio, a pie. Además, algunos familiares decidieron colocar unas vigas a modo de «trabas» en los accesos a las bóvedas para evitar el robo de los objetos de valor.
«Hay un asentamiento bastante precario cerca, y eso hace que el riesgo sea mayor; se suma a eso que tenemos denuncias de falta de piezas de bronce y plata en las bóvedas más caras del cementerio. Por eso decidimos también controlar la salida de los autos. A veces los familiares que vienen de visita se molestan, pero es necesario reducir el riesgo» agregó Somoza.
El valor del bronce en el mercado, con algunas diferencias dependiendo del lugar, oscila entre 60 y 75 pesos el kilo. Consultados acerca de las acciones tomadas en el cementerio, las autoridades del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la ciudad sólo dijeron que se trata de «una medida preventiva por cuestiones de seguridad». Sin embargo, no se trata sólo de un problema relativo a la necrópolis de la Chacarita. También se anticipó a La Nacion la instalación del mismo cerco metálico en el cementerio del barrio de Flores.
Si bien en algún momento hubo un destacamento de la Policía Federal en el lugar, hace muchos años que en el predio del cementerio de la Chacarita sólo hay seguridad privada. Aproximadamente una vez por semana hace una recorrida la Policía Metropolitana.
En términos generales, el predio está bastante descuidado; las bóvedas tienen vidrios rotos, algunas de ellas con inscripciones estilo grafiti; en el área de tumbas comunes el pasto está desprolijo y sin cortar.
José, un efectivo de seguridad privada que no quiso dar su apellido, comentó a la nacion: «Muchas veces entran para llevarse piezas de las bóvedas, y otras directamente para destrozar, sobre todo a la noche. Es complicado, porque se escapan entre los pasillos y se van saltando los paredones».
Carmela, una florista que trabaja desde hace más de 20 años en la entrada del cementerio de la Chacarita, comentó: «Éste siempre fue un lugar en el que entra y sale gente todo el tiempo, incluso a la noche; nosotros los vemos porque estamos siempre acá, pero la realidad es que la seguridad [privada] no hace mucho para evitar lo que está sucediendo».
Inicialmente, el cordón metálico de alambre de púa estará colocado sólo en el lado del predio que tiene paredón bajo, sobre la calle Guzmán. De todas maneras, no se descarta instalarlo en todo el perímetro del predio más adelante, en caso de que continúen los hechos de vandalismo e inseguridad.
Los cementerios no escapan a la inseguridad general que afecta a los barrios porteños; con los robos en la necrópolis, ni siquiera los muertos pueden descansar en paz en la ciudad.
La situación en Flores y en Recoleta
- La ola de inseguridad también golpea a los cementerios situados en los barrios de Flores y de Recoleta; en el primero se prevé la instalación de un cordón metálico con alambre de púa sobre el paredón que separa el predio de la calle Castañares.
- Sobre Flores, Eduardo Somoza, director general de Cementerios, explicó: «Allí tenemos un problema externo, porque vive gente en la calle que en algún momento se quiso meter en el predio; estamos muy cerca de la villa 1-11-14, y eso vuelve la zona más vulnerable. Por eso decidimos instalar en el cementerio de Flores el mismo sistema de protección que en Chacarita». La necrópolis tiene cámaras de seguridad sólo en el área de administración.
- En el caso de Recoleta, Somoza prevé la instalación de cámaras de seguridad en el fondo del lugar, a raíz de algunos hechos del tipo arrebato; el cementerio tiene cámaras tanto en las oficinas administrativas como en los accesos al cementerio.
Fuente: La Nacion