Se despertó con el ladrón adentro y lo corrió en calzoncillos

“Hay un ladrón en casa”, le dijo su esposa. El hombre lo persiguió en ropa interior y descalzo. El delincuente se descartó de un TV y logró escapar. Había ingresado cuando el matrimonio y sus tres hijos dormían en su casa de La Plata

Como se dice en la jerga del hampa, literalmente, los durmieron…Eran las 4:30 de la madrugada de ayer cuando un delincuente ingresó a robar a una vivienda de calles 517 entre 146 y 147. Entró por la reja del frente, se metió por una ventana y abrió la puerta principal desde adentro. Mientras eso ocurría, el matrimonio dueño de casa –él, un penitenciario del área de monitoreo, ella, una enfermera del San Juan de Dios- y sus tres hijos de 5, 9 y 17 años dormían plácidamente.

El caco había alcanzado a reunir en el living una notebook, un televisor de led, una cartera y dos mil pesos, sin que nadie advirtiera su presencia. Todo eso, incluso luego de haber encendido las luces de ese sector de la vivienda.

Pero al parecer, el asaltante se “cebó”. Y quiso más. Tanto, que ingresó a la habitación del matrimonio, pasó por cada una de las mesitas de luz, y agarró los celulares y volvió al comedor.

Recién al salir de la habitación, la mujer notó que había “alguien más” en la casa. Y sin dudar, despertó a su marido. “Gordo, hay un ladrón en la casa, nos están robando”, le dijo.

En ese instante, sucedieron dos acciones repentinas y paralelas. El caco trató de agarrar todo lo que podía y emprendió la fuga, saliendo por la puerta principal, a la que ya le había sacado la llave. Y al mismo tiempo, Daniel Hugo Vaca (36), el dueño de casa, luego del llamado de su esposa, salió disparado de la cama a los gritos. Claro que estaba muy dormido y no asumió los riesgos de enfrentar cara a cara al delincuente que se suponía armado.

-“Quedate quieto hijo de puta”- vociferó Daniel, allí parado con el torso desnudo.

-El ladrón, se cargó los dos teléfonos celulares, el dinero y el televisor, y así emprendió su fuga. El dueño de casa, así como estaba, en calzoncillos y descalzo lo comenzó a correr.

A los gritos, Daniel lo siguió casi una cuadra, hasta que vio cuando el caco se desprendía del televisor de led. Y ya no lo siguió. Pensó que era lo único que se había robado.

Al regresar a la casa, vio a su mujer muy nerviosa. Ambos decidieron no despertar a sus chicos. Sólo le contaron lo que había pasado a su hija mayor, la de 17 años. A los dos varoncitos de 5 y 9 años, prefirieron no brindarles detalles.

Riesgo y corrida en la noche

La policía señaló que si bien Daniel Vaca recién se había despertado fue muy arriesgada su decisión de salir corriendo casi desnudo al ladrón porque éste pudo haber estado armado o haber intentado agredirlo. Y el hecho hubiera tenido un desenlace muy diferente.

Daniel dijo que no alcanzó a ver si tenía o no un arma de fuego. No obstante, pudo identificar su rostro. Dijo que tendría cerca de 40 años y que vestía una remera roja, un pantalón jogging y una gorra tipo visera.

“Como pancho por su casa”

“El tipo entró como pacho por su casa”, contó Daniel ayer, mientras mostraba la ventana donde el ladrón quitó el postigo para lograr ingresar a la vivienda.

Su esposa llamó al 911 mientras se producía la inusual persecución. La policía llegó enseguida. Daniel se subió al patrullero y colaboró en el rastrillaje. Pero ya no pudieron dar con el delincuente.

Las fuentes consultadas indicaron que ese mismo ladrón había robado horas antes un complejo deportivo que cuenta con canchas de fútbol cinco y un campo de golf, ubicado en las cercanías.

Fuente: Diario Hoy