La desmentida de Fein pone en duda el papel del equipo de prensa de Gils Carbó

El comunicado fue escrito y publicado por prensa de la Procuración. ¿Error de interpretación o tergiversación?

La aparición de un documento en el que queda en evidencia que el fallecido Alberto Nisman evaluó la posibilidad de pedir la detención de Cristina Kirchner, dejó en ridículo a Jorge Capitanich por su exagerada desmentida, pero también colocó en una posición muy incómoda a Viviana Fein.
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Es que la fiscal que investiga la muerte de Nisman emitió un comunicado, a través de una web de la Procuración General de la Nación, en el que aclaraba que no había encontrado ningún borrador en el departamento de su fallecido colega. Pero hoy, ante la aparición del documento que prueba la existencia del borrador, tuvo que retractarse y admitir «un error».

En una entrevista con radio Vorterix, Fein explicó cómo se gestó ese comunicado. «Quiero hacer una aclaración. Ayer emití al Ministerio Público, a la oficina de prensa, vía telefónica. No se hizo en mi despacho», afirmó la fiscal. Luego intentó despegar a esa oficina de prensa aclarando que «trabaja impecablemente bien» y «nunca se incurrió en ninguna interpretación errónea».

«La palabra que yo hubiera usado es: ‘me consta que hubo borrador’. Fue un error de interpretación no imputable a la oficina de prensa del Ministerio Público», insistió Fein, cuando le leyeron la nota que había publicado el portal Fiscales.gob.ar.

Se trata del mismo portal a través del cual el fiscal Carlos Gonella publicó información sensible sobre una causa por narcotráfico en la que una jueza es investigada, por ser pareja de uno de los acusados. El juez Claudio Bonadío lo imputó al titular de la PROCELAC por violación de secreto y hasta exigió su desafuero para llevarlo a declarar. La procuradora Alejandra Gils Carbó fue imputada por proteger a Gonella.

Como todos los medios de información del Gobierno, el sitio suele ser usado para emitir informaciones que interesan a los responsables, en este caso a Gils Carbó. En ese contexto, la publicación del comunicado atribuido a Fein genera enormes sospechas. ¿Fue verdaderamente un error de interpretación o hubo intención manifiesta de tergiversarla?.

Ayer, en el último párrafo del comunicado, la Procuración señaló: «La fiscal Fein quiere aclarar que, ante versiones periodísticas publicadas durante el fin de semana, en el departamento del fiscal no fue hallado ningún borrador de la denuncia oportunamente presentada por Nisman y que no figura en el expediente algún registro de los aludidos en los artículos publicados».

Hoy, Fein atribuyó el presunto malentendido a «un error de terminología, de interpretación». «Yo asumo ante tantas preguntas que incurrí en un error quizás», indicó. «No hubo mala intención», insistió.

Las idas y vueltas obligaron a Fein a aclarar también que lleva la investigación por su cuenta y sin interferencias de la Procuración o cualquier otro actor político. «A mi no me dirigen la investigación, esto lo voy a seguir reiterando hasta el último día que me quepa intervenir en la investigación», afirmó. «Yo estoy al margen de cualquier postura política. No sufro ningún tipo de presión. Yo soy una persona independiente en mi forma de pensar y de actuar», completó.

Lo que no se termina de entender es por qué la aclaración de Fein recién llegó con la aparición en Clarín del documento que ratifica la existencia de una intención de Nisman de pedir la detención de Cristina. Pasaron varias horas desde la publicación del comunicado en la web de la Procuración hasta que la propia fiscal lo salió a aclarar.

Se descuenta que la fiscal advirtió el error en el comunicado apenas fue dado a conocer. Entonces, ¿por qué no se aclaró enseguida el malentendido y se le ahorró a Fein el disgusto de ser desmentida por las pruebas que están en su propio expediente?
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