Jorge Capitanich cuestionó a Maximiliano Rusconi, quien asumió la defensa del colaborador de Alberto Nisman que le prestó el arma con la que murió
El Gobierno salió a defender a la presidenta Cristina Kirchner, que ayer estuvo en boca del penalista Maximiliano Rusconi, flamante abogado de Diego Lagomarsino, el colaborador del fiscal Alberto Nisman que le prestó el arma con la murió el pasado 18.
El abogado se mostró ayer indignado con las veladas acusaciones que lanzó la jefa de Estado contra su cliente al hablar anteanoche por cadena nacional. «Voy a sugerir que Cristina Fernández y Aníbal Fernández, ya que tienen tanta información, se presenten como testigos», expresó Rusconi. «Estoy indignado con este caso», exclamó.
Hoy, la voz cantante de la Casa Rosada en defensa de Cristina Kirchner fue la del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. «El abogado se refirió a la Presidenta en términos inapropiados. El abogado debe tener prudencia en los hechos públicos», advirtió el ministro coordinador en su conferencia de prensa habitual.
La disputa entre el Gobierno y la defensa de Lagomarsino estalló cuando la Presidenta hizo público que el técnico en informática tramitó su pasaporte el 14 de enero, el mismo día de la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner por el supuesto encubrimiento a Irán en el atentado a la AMIA. La Presidenta sugirió que buscaba irse del país, días después de conocerse que Lagomarsino estuvo el sábado 17 en el departamento de la torre Le Parc, en Puerto Madero, y le llevó un arma Bersa .22 al fiscal, la misma con la que apareció muerto en su baño al día siguiente.
Ayer, Rusconi explicó que su cliente pidió fecha por Internet para hacer un nuevo documento para viajar a Disney con su familia en diciembre antes de saber de la denuncia y eligió el 14 porque el 13 tenía otras ocupaciones.
«Rusconi pretende asociar una falsedad de dichos a la Presidenta», dijo Capitanich
«Lo único que dijo la Presidenta fue que en virtud de la emisión del pasaporte el 14 de enero. [Rusconi] pretende asociar una falsedad de dichos», señaló Rusconi.
En su mensaje por cadena nacional anteayer, la primera mandataria puso en el centro de la escena a Lagomarsino y lo vinculó con el Grupo Clarín, enemigo íntimo del kirchnerismo y al que el Gobierno suele adjudicar -junto con el Poder Judicial- «intentos de desestabilización».
Le atribuyó ser hermano de uno de los gerentes de informática del multimedio, de nombre Gerardo, que además trabaja para el estudio jurídico Sáenz Valiente, «socio» de la firma, según desgranó en el último tramo de su discurso
El Grupo Clarín distribuyó anoche un comunicado en el que lamentó «volver a desmentir una declaración presidencial» y negó que esa persona hubiera trabajado o tuviera alguna vinculación con la empresa.
Ayer, la fiscal del caso Nisman, Viviana Fein, alivió los cargos contra Lagomarsino, hasta único imputado. Fein explicó que Lagomarsino «está imputado en forma muy genérica» por el supuesto préstamo irregular de la pistola y dijo que no pedirá por ahora su declaración indagatoria. Y enfatizó: «No hay elemento alguno por el momento que lo pueda comprometer en la intervención de un hecho doloso de mayor gravedad»..
Fuente: La Nación