El avión se precipitó sobre otros cazas estacionados, causando 11 muertos. Allí se entrenaban pilotos de élite que atacan al EI.
Los investigadores trataban de establecer ayer las causas del accidente de un caza F-16 griego que se estrelló contra un grupo de aeronaves que se disponían a despegar, causando la muerte de once militares en una base aérea del sureste de España.
“El F-16 tuvo un problema técnico” al despegar, “se desvió 90 grados de su ruta y se estrelló contra los aviones franceses que se disponían a despegar”, dijo una fuente del ministerio de Defensa francés.
El suceso causó la muerte a dos griegos y nueve franceses, el último de ellos fallecido en un hospital de Madrid, y dejó otros veinte militares heridos, nueve franceses y once italianos.
Entre los fallecidos franceses figura una capitana, según el ministerio francés de la Defensa.
Respecto a los heridos, dos “están en situación de ser trasladados a Francia”, lo que podría ocurrir hoy, mientras otros tres siguen graves pero estables, mientras que un italiano que sufrió quemaduras “está en una situación algo mejor y va a poder ser operado hoy mismo de algunos traumas”, explicó el ministro español de Defensa, Pedro Morenés.
Otros nueve heridos ya recibieron el alta -cuatro franceses y cinco italianos-, mientras que los otros cinco italianos heridos salieron a lo largo de este martes.
El accidente se produjo el lunes a las 14.16 GMT (10.16 de Argentina) cuando el avión perdió potencia durante el despegue y se desvió hacia la derecha hasta colisionar con otros cinco aviones de combate estacionados: dos AMX italianos, dos Alpha Jets y un Mirage 2000, franceses.
“Los aviones estaban llenos de combustible y había mucha gente alrededor”, lo que explica el elevado número de víctimas, según una fuente cercana al ministro de Defensa francés.
El choque provocó un violento incendio y derramó una sustancia muy tóxica, la hidracina, que los equipos de emergencia debieron limpiar incluso antes de poder acceder a los cadáveres.
En la tarde de ayer, se podía ver en medio de un amasijo de hierros fundidos, los restos de un Alpha Jet y un Mirage 2000 con la cola calcinada.
El accidente, que terminó con la vida de los dos pilotos griegos del F-16, es extremadamente raro o por lo menos prov
ocado por una inusual cadena de acontecimientos, según el jefe del servicio de prensa del ejército del aire francés, coronel Jean-Pascal Breton.
Una comisión de investigación técnica del ejército español se encargará de recoger los restos de los aparatos e iniciar una investigación larga y minuciosa sobre sus causas, precisó un responsable de Defensa español.
Se trata de la mayor catástrofe para las fuerzas armadas francesas en un solo día desde 2008, cuando diez soldados murieron en una emboscada en el este de Afganistán.
El accidente se produjo durante el entrenamiento en este centro de formación de pilotos de élite de diez nacionalidades, donde se desarrolla el Tactical Leadership Programme de la OTAN.
La base de Los Llanos acoge desde 2009 este programa que permite a los pilotos obtener la categoría de “jefe de misión” en las coaliciones internacionales como la enviada a Libia en 2011 o la actual operación en Irak contra el Estado Islámico (EI).
Unos 750 pilotos y personal de apoyo logístico se habían reunido en la base para un programa iniciado el 19 de enero durante el que efectuaban maniobras conjuntas para mejorar la cooperación en el terreno y superar las diferencias técnicas y lingüísticas.
Fuente: Los Andes